miércoles, 13 de diciembre de 2017


 https://drive.google.com/open?id=1ay8X2T-UsVC2vPyiB2kcYMVwRqzKEiYg


La navidad se acerca y también el nuevo año.
El equipo de "En Tarancón: Opinión y Cultura", no se olvida de
ninguno de los más de cuarenta mil lectores que habéis visitado
este blog desde que en octubre de 2016 viera la luz.

Como también amamos la música y el folclore de nuestro pueblo,
hemos creído adecuado acompañar la escena del portal de Belén, que
desde el siglo XVI en que la talló Pedro de Villadiego forma parte del
Retablo Mayor de nuestra vieja Iglesia Parroquia de la Asunción,
con un villancico del Cancionero de Tarancón (Volumen I),
compuesto por el taranconero Luis Rius Zunón e interpretado por
el "Grupo El Candil", allá en México, al otro lado del océano.
Está tejido con viejos vocablos y amados recuerdos de músicas
y escenas de su infancia y juventud allá por los años 20.


Pulsar sobre la postal de navidad
para escucharlo. 













miércoles, 29 de noviembre de 2017



     

LA CUENCA RURAL AGONIZA: La población total de la provincia ha descendido un tercio desde 1929, pero en la Cuenca Rural es un verdadero cataclismo.

      Cuando uno recorre en coche la provincia de Cuenca, además de admirar su paisaje, inmediatamente se da cuenta de lo vacía que está.  Apenas si se ven pueblos y los que continúan ahí, aparecen vacíos, casi desérticos. Somos la cuarta provincia en extensión  (17 140 km²).  pero estamos entre las diez más despobladas de España (unos 200.00 habitantes). Lejos de crecer, en la provincia de Cuenca, cada vez somos menos. Hoy, en 2016, hay cien mil conquenses menos que hace casi un siglo, en 1929. De ese desierto demográfico solo se libran Cuenca capital , Tarancón, con ocho mil habitantes más hoy que en 1929, y algunos pueblos más.

      Precisamente, un taranconero, Pedro López Ocaña,  ha recopilado datos de aquí y de allá para radiografiar una despoblación que no para de crecer en la provincia de Cuenca y en una zona que los especialistas  han dado en llamar ”La Laponia española”. Un estudio exhaustivo que ojalá sirva para detener la sangría y  buscar soluciones.

Antonio Parra Cuenca
Director de En Tarancón punto ES


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      Hace ya como un año que publiqué en este mismo blog y también en los diarios digitales "En Tarancón Punto Es" y "Voces de Cuenca (Sección de Opinión), un modesto estudio sobre el efecto que la dispersión de los Hospitales de la región de Castilla la Mancha y la mala comunicación por transporte público --de la mayor parte de los pueblos de nuestra provincia con todos los Centros Hospitalarios de la región--, estaba contribuyendo a un progresivo aumento de la despoblación. Por supuesto no es el único motivo, pues también hemos ido viendo como el progreso acababa con la agricultura tradicional (como forma básica de vida) y las pequeñas industrias tradicionales; la primera, por la mecanización y el progresivo desplome de los precios de cereales y legumbres por la globalización y la irrupción en masa de productos de otros países con menores costes de mano de obra. Todo ello, ha dado origen a una progresiva huida de jóvenes matrimonios y de aquellos jóvenes que han estudiado, hacia las capitales y pueblos mayores en busca de oportunidades. Esta sangría imparable está ocasionando un enorme envejecimiento de las poblaciones, especialmente en La Alcarria, La Serranía Alta y Baja y también en gran parte de La Mancha Alta.


 La mancha roja indica la zona denominada "La Laponia española". Foto: Arainfo. D.I.A.


      Hace unas semanas que leí el libro "LOS ÚLTIMOS: Voces de la Laponia española", que refleja con toda crudeza la crítica situación demográfica de un amplio territorio del Centro de España, que los geógrafos denominan "La Serranía Celtibérica", que abarca toda la provincia de Soria, parte de la de Burgos, otra parte de La Rioja, un trozo de la de Segovia, La mitad de la de Zaragoza, prácticamiente todo Teruel y las cuatro quintas partes de la de Cuenca, incluso toda la Manchuela y casi toda la Mancha Alta con la excepción de Tarancón y la zona Sur-Sureste; también el Noroeste de la provincia de Valencia y una franja al Oeste de la de Castellón que va desde el Norte al sur de esa provincia. En su conjunto, una extensión mayor que la de algunos países europeos, como Bélgica u Holanda y una densidad de población que ya es mas baja que la de LAPONIA, región muy fría de Finlandia que hasta hace poco era la zona más despoblada de la Europa continental.


 Laponia Finesa, en Finlandia,  Península Escandinava. Tiene una densidad de población 
de 20 habitantres por kilómetro cuadrado. La provincia de Cuenca  11,33 y España 90,7.


      Fue entonces cuando recibí de una librería de libros viejos, un libro que hace años perdí y buscaba afanosamente: "CUENCA. Guía Larrañaga", editado en 1929, en el que además de citar y describir todos los municipios de la provincia, así como sus, caseríos, fincas y aldeas, nos dice los habitantes que tenían en aquellos años, así como los del conjunto de la provincia y también los que tanto ésta, como su capital, tenían en 1887.

      Casualmente, me había descargado de Internet hace meses, el censo de población de todos los municipios de la provincia del Instituto Nacional de Estadística, que más adelante citaré como INE, con los que he podido establecer una comparativa de la Capital desde 1887 hasta 2016, complementados con los que figuran en la web del INE en los censos de la provincia y sus pueblos desde 1996 hasta 2016, mucho más extensa, la pueden ver a través de un enlace que incluiré al final de este artículo para todos aquellos que sientan curiosidad por la evolución de la población en su municipio.

      Sé que es un artículo demasiado denso para leer todos y cada uno de los datos de las tablas que al final se adjuntan, pero he elaborado una serie de tablas menores de datos más globales y unos gráficos que ayudarán a entender la evolución de la población en estos años y que se muestran a continuación.



Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España.



      El punto de inicio (a la derecha del gráfico), se sitúa en 1996. En 1997 no se realizaron censos; la situación de la población se mantiene más o menos igual hasta el año 2003 en que empieza a crecer moderadamente hasta 2011 en que inicia un declive hasta 2016 en que alcanza una cifra casi idéntica al punto de partida. Hasta el año que viene no conoceremos el censo de 2017.



Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España.


      El crecimiento de la capital es ostensible desde el año 1998 y se mantiene hasta 2004, año en el que inicia un ascenso más pronunciado (años de la burbuja inmobiliaria), hasta el año 2012 (explosión de la crisis económica), a partir del cual inicia un descenso moderado cuando se pensaba que en un par de años alcanzaría la cifra de 60.000 habitantes, siguiendo en los años siguientes esa tónica de descenso hasta 2016 en que desciende hasta los 55.102. Aunque fue un periódo breve de bonanza económica, la ciudad de Cuenca no ha parado de crecer desde 1887.

      El hecho de que desde 2012 el descenso haya sido tan poco acusado, puede indicar dos cosas: la primera el aumento de funcionarios en Educación (Universidad) y en Sanidad (Hospital) y en el posible aumento en los organismos dependientes de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. La segunda razón es sin duda, que la capital está recogiendo una parte de la población que abandona sus pequeños pueblos en busca de servicios por haber entrado en la jubilación o la ancianidad, y abandonan sus puebles buscando una mejor atención social y sanitaria o siguiendo a los hijos que ya emigraron antes.


Fuente: Instituto Nacional de Estadística de España.


      He incluido el grafico poblacional de Tarancón como muestra de uno de los pocos casos de poblaciones con crecimiento sostenido desde 1887, concretamente desde 1996 hasta 2016. Los años más boyantes son similares a los de la ciudad de Cuenca, pero el descenso a partir de 2014 es más acusado por el pinchazo de la Burbuja Inmobiliaria y el grave impacto que tuvo sobre la construcción y las industrias derivada: hormigones, ferrallas y las numerosas empresas dedicadas a la fabricación de puertas y ventanas de aluminio. El mayor impacto fue para la población inmigrante extranjera, ya que ante la falta de trabajo, más de mil quinientas personas tuvieron que retornar a sus países de origen, agravando la situación económica del pueblo por su repercusión en el comercio minorista, la venta de viviendas y los alquileres.

      La siguiente tabla nos permite ver de forma comparativa la población de la provincia y de Cuenca capital entre los años 1887, 1929 y 2016. En ella se puede observar que la población actual de la provincia es menor en 37.920 habitantes a la de 1887 y en 103.278 a la de 1929.




      En la siguiente, la comparativa en términos porcentuales de número de municipios, población total de la provincia, densidades de población y los habitantes de Cuenca capital y Tarancón (por ser mi pueblo y uno de los 16 municipios que han crecido), entre los años 1929 y 2016:


Hay que tener en cuenta que la densidad de población es la del  total de la provincia.. Si descontásemos la Capital y los pueblos mayores, sería aún menor.


      En esta tabla puede observarse cómo desciende el número de municipios (un 17%), también la población (un 34%), y la densidad de población también baja en 6,2 hab. por km. cuadrado (un 35%); en cambio la capital en ese mismo período crece un 238% y Tarancón un 277%, lo que indica, sin entrar en analizar otras 15 poblaciones que han crecido, que la población rural converge hacia la capital y los pueblos mayores, donde encontrará mejor sanidad y servicios sociales. En cambio, aunque estas tablas no puedan reflejarlo por falta de datos, es de suponer que la juventud elige además otros destinos en capitales de otras provincias y regiones e incluso en el extranjero, en busca de trabajo y oportunidades que no encuentran aquí.

      La mejor forma de hacerse una idea exacta del tremendo descenso de la población en la provincia es comparando las menguas y crecimientos de cada uno de sus pueblos. En principio elaboré una tabla con todos esos datos de 1929, pero he considerado que es de sumo interés tener la posibilidad de comparar pueblo por pueblo la variación de sus censos. Para ello he añadido (intercalado), una columna a la primera tabla con el censo de 2016, pero manteniendo intacta la relación extraída del libro de don Julio Larrañaga Mendía.

      Mi experiencia en el oficio de la imprenta, me hace pensar que a don Julio Larrañaga, la recopilación de tantos datos y de tantos pueblos más la elaboración de los planos que incluye la Guía, más la recopilación de la gran cantidad de fotografías, y el trabajo enorme de una imprenta tipográfica de 1929 (Tipografía Ruiz de Lara, de Cuenca), que compuso los textos (ignoro si de forma manual o encargando su composición a algún taller de linotipias); pero en cualquier caso supuso una tarea muy laboriosa de imposición de los moldes tipográficos, pues además todas las fotos fueron grabadas en fotograbados en cinc con su correspondiente montaje sobre madera. Todo ello me hace suponer que la edición completa de la Guía no debió durar menos de cuatro o cinco años, por lo que es muy posible que los datos del censo hayan sido recopilados a lo largo de dos o tres años antes de la impresión, que no duraría en ningún caso menos de otro año; por lo que cabe suponer que serían recogidos entre 1926 y 1928.


      En el siguiente enlace pueden ver la tabla completa, que incluye la columna mencionada con los habitantes de cada localidad según el censo del INE de 2016. Algunos pueblos de la lista de 1929 ya no aparecen en este último censo, por lo que en la casilla correspondiente a los habitantes he puesto un “No figura”, también aparecen otros que al ser aldeas sin ayuntamiento en 1929, con el tiempo debieron ganarse el derecho a tenerlo; éstos no tienen numeración en la tabla para no alterar  la numeración original, pero sí altera el número de 286 poblaciones que figuraban en la primera, aunque no he creído necesario repasar el recuento, pues la variación no altera  apenas la cifra de 48 municipios perdidos que resulta de la comparación de ambos censos.
      Otra variable a tener en cuenta es la tendencia a agrupar varios pueblos pequeños en un solo ayuntamiento para hacer más fácil, económica y operativa la gestión; durante la segunda mitad del siglo XX se han dado varias, como por ejemplo el “Valle de Altomira”, “Campos del Paraíso”,  “Las Valeras” etc. En los que yo recordaba, he añadido una aclaración junto al nuevo pueblo en letra color rojo y entre paréntesis.
      Hubiera sido interesante acompañar este trabajo con datos de natalidad y mortalidad infantil, así como un estudio sobre el envejecimiento, que aunque no cuente como despoblación, sí hace muy difícil el crecimiento futuro, el relevo generacional y las sinergias de crecimiento que toda sociedad precisa para progresar e incluso para subsistir.


TABLA COMPLETA DE LOS MUNICIPIOS

DE LA PROVINCIA DE CUENCA EN 1926 Y 2016:


Pulsar sobre la imagen para
entrar en el archivo PDF de la tabla.


PARA MAS INFOMACIÓN:

Tablas de los Censos del I.N.E. desde el año 1996 hasta 2016.
Para acceder, pulsar sobre el enclace:
http://www.ine.es/jaxiT3/Tabla.htm?t=2869



La Alcarria y La Serranía se ven, cada vez más salpicadas de pueblos abandonados.
Carrascosilla, cercana a Huete, fue abandonada en los años 60. Tiene unas 20 casas y sólo unas
 pocas se mantiene en pie. Foto del blog "Tus Casas Rurales. com".

   El motivo que me ha llevado a elaborar este trabajo, no es otro que el deseo de que los políticos provinciales, regionales, El Gobierno de la Nación, y todos los conquenses, tomemos conciencia de la gravedad de esta progresiva despoblación que sólo puede conducirnos a la insignificancia económica, demográfica y política en el curso de unos pocos años más.

Pedro López Ocaña
26/11/2017


En Tarancón: Opinión y Cultura

























lunes, 6 de noviembre de 2017






Música y Cultura En Tarancón

Durante los días 13 al 19 de noviembre, tendrá lugar uno de los mayores eventos culturales sobre la Música y la Cultura popular en Tarancón, (Conciertos/charlas-coloquios / Talleres / Actuaciones / Gastronomía / Conciertos / y cierre final), con motivo del 30 aniversario del primer homenaje al desaparecido folklorista taranconero Félix Collado. Organizado por la Asociación Cultural Barrios de Luna, el Grupo Musical Zas- Candil Folk y con el apoyo del Ayuntamiento de Tarancón.

Hemos tenido la gran suerte de conocer a fondo la organización y el contenido de estas jornadas y queremos aportar nuestro modesto grano de arena para difundirlas. Recomendamos a todos los amantes del folklore y la cultura de nuestro pueblo (en todas sus formas), que no se lo pierdan.

Reproducimos a continuación el programa completo en formato PDF legible en todos los dispositivos informáticos: Teléfonos móviles, Tablets y Ordenadores.


En Tarancón: Opinión y Cultura




Para ver el PROGRAMA, hacer clic
sobre el siguiente enlace:
https://drive.google.com/open?id=1UpztYSFo0CqPCyifSPVc9mcZbhyq3XCZ
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jueves, 19 de octubre de 2017






Cartas de los Lectores


        Con el nuevo año de andadura que comienza, inauguramos esta nueva sección de CARTAS DE LOS LECTORES. En ella tendréis un espacio donde expresar vuestras opiniones. Rogamos que la extensión de las mismas, no exceda de un folio escrito en Word con un tamaño de letra del 11 o del 12.
        No se someterán a censura, salvo que a criterio de la Redación del Blog, se estime que su contenido incite al odio o socave el honor de personas o grupos, contengan insultos o faltas graves de respeto a colectivos o incite a la violencia.
La Redacción


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CARTA DE : Ildefonso Domínguez

Fecha: 23 de septiembre de 2017, 2:45:03 CEST
Para: Blog En Tarancón: Opinión y Cultura.
Estimados amigos: os adjunto una pequeña colaboración por si tenéis a bien publicar a la que seguirán más sobre diversos aspectos.



CATALANIDAD INOCENTE

En el lejano pero cercano 1979 me encontraba realizando el servicio militar en la Academia de Infantería de Toledo a la que había accedido como universitario para llegar a ser sargento de complemento. 

Dada mi condición de Cabo, me encargaba de la custodia de la puerta de la misma el día 11 de septiembre, cuando se me acercaron unos compañeros catalanes con los que había establecido una relación afectiva, para pedirme el favor de abandonar mi puesto, mientras que la compañía realizaba ejercicios de Educación Física, y desplazarme al economato de tropa (al que los cadetes no teníamos autorizado acudir), a comprar un pedido de viandas y bebidas para algo que querían celebrar sin especificar. Yo que era más noble y mejor persona de lo que soy ahora, accedí a regañadientes y jugándome el tipo decidí realizar el encargo que les entregué cuando regresaron.

 A las 7 de la tarde disponíamos de una hora libre en la que la mayoría solía acudir a la cantina pero aquella tarde el grupo de catalanes se quedaron alrededor de una camareta y empezaron a festejar lo que yo pensé que sería el cumpleaños de alguno. Cuál no sería mi sorpresa al comprobar qué con gritos de visca Catalunya y brindis con cava y merienda, lo que celebraban era algo que llamaban la  diada de Cataluña, a lo que evidentemente no fui invitado ni siquiera después de haber realizado su premeditado encargo.

 En estos días en que se está consumando lo que yo considero una traición injustificada a nuestro país, se me viene a la cabeza la rabia que sentí cuándo un grupo de jóvenes catalanes celebraban de forma excluyente algo con un significado también excluyente, habiéndose aprovechado de un jovencito andaluz que se podía haber complicado su servicio militar.

 Desde entonces siempre he desconfiado del supuestamente inocente sentimiento colectivo de catalanidad y  el tiempo lamentablemente me está terminando de dar la razón.

 Me imagino a la mayoría de esos chicos, que rondarán mis 60 años,  haciendo ahora apología de la Independencia, acudiendo a manifestaciones y colaborando con la manipulación de la historia, cuándo todos de forma voluntaria rejuraron bandera como sargentos de complemento en el lejano y cercano septiembre de 1979.


 Alfonso Domínguez Camino. Septiembre de 2017

    

domingo, 15 de octubre de 2017






Un AÑO con Más Opinión,  Más Cultura y Más Tarancón


La actualidad, muchas veces, no deja tiempo ni espacio para las opiniones más documentadas y reflexivas o para aquellos aspectos de la cultura que tienen que ver más con la creación y el arte que con la noticia. Por esta y otras razones, un grupo de taranconeros decidimos alejarnos de la actualidad inmediata para dedicar tiempo y espacio a la Opinión y la Cultura.
Con este objetivo y coincidiendo el sexto aniversario de la aparición del periódico digital, entarancon.es, se puso en marcha este nuevo espacio o suplemento para la Opinión y la Cultura.
Una nueva ventana digital desde la que asomarse para hablar y opinar de todos los temas que nos afectan también como ciudadanos de un pueblo situado en el centro de España, cruce de caminos entre La Mancha y la Alcarria, entre Madrid y Valencia. Un pueblo con presente y futuro, que no olvida su pasado
Pero no solo se trata de hablar y opinar. En Tarancón: Opinión y Cultura, además de un foro digital, es un gigantesco archivador donde podemos encontrar las obras de muchos de nuestros literatos, músicos, artistas o historiadores, de hoy y de ayer. Se necesita tiempo, pero estoy seguro que con los años seremos capaces de recoger en esta inmensa aula cultural la voz, las palabras o las imágenes de todos aquellos que, en Tarancón, han dedicado tiempo y trabajo a la creación artista y cultural.
De momento, no están todos los que son, pero sí son todos los que están: poetas, fotógrafos, ilustradores, historiadores, músicos, pintores, actores…
Muchos no pasarán de ser unos buenos aficionados, otros conseguirán incluso el respeto y la admiración de fuera. En cualquier caso, todos forman parte de la realidad artística y cultural de nuestra ciudad. De la realidad de hoy, de la de ayer y quizá, de la de mañana.
Un blog abierto también a las opiniones de fuera, a las que nos hablan, por ejemplo, de “un nuevo orden mundial” o nos ayudan a entender “el procès catalán”. Opiniones firmadas por destacados periodistas, filósofos o historiadores que recogemos, en muchos casos, de los diarios más importantes de nuestro país y del mundo.
El Rincón de los Artistas es, como su propio enunciado indica, el espacio donde se visualizan las obras de nuestros creadores. Ahí podemos disfrutar de los cuadros de un maestro como el pintor Emiliano Lozano, mirar a nuestra Semana Santa a través de las fotografías de Javier Alonso o descubrir los montajes teatrales de grupos locales como Cávea, capaces de llenar con sus musicales varios días el Auditorio de nuestra ciudad.
Pintura, fotografía, folklore, montajes teatrales, música y, por supuesto, literaria. La creación literaria tiene su propio rincón donde poder leer aquellos relatos o poesías que nos evocan lugares y personajes cercanos.
Un Rincón Literario que se amplía con la Biblioteca Virtual, que pone a nuestra disposición libros virtuales de interés.
En Tarancón: Opinión y Cultura  es un blog que en su sección Enlaces de Interés,  nos remite a otros blogs, a otras páginas como las de las revistas Malena o el Castillejo, afortunadamente digitalizadas.
Mucho de todo este trabajo hay que agradecérselo a un taranconero, al que no nombro porque no me dejaría, que ha vivido rodeado siempre de impresoras (antiguas, de offset o digitales), y con un lápiz y un papel, la  máquina de escribir o el ordenador, siempre a mano. A su incansable y generoso trabajo le debemos muchas de las páginas escritas sobre nosotros mismos y su pueblo.  Gracias a él, a nuestros colaboradores y a todos los que nos seguís de cerca en este empeño por abrir al mundo la Opinión y la Cultura de Tarancón.
Coincidiendo con este primer aniversario, me gustaría invitar, una vez más, a participar en este foro digital a todos los taranconeros/as y colaboradores de fuera con ganas de expresar sus opiniones o de mostrar sus creaciones artísticas,  literarias y de investigación histórica.

Fdo. Antonio Parra Cuenca

lunes, 2 de octubre de 2017












¿Una última oportunidad para Castilla?

      El texto que sigue, lo hemos extraído de un libro ya agotado, editado por el escritor Madrileño-Alcarreño Juan Pablo Mañueco en plena transición, hace 40 años, en plena polémica por la división territorial de España en autonomías.

      Su libro, cuya portada ilustra este artículo, va precedido de unas líneas de Julio Senador y una introducción del propio Juan Pablo Mañueco. Resulta sorprendente cómo casi todos los temores del escritor, se han ido cumpliendo y cómo Castilla fue troceada para saciar los deseos de otras comunidades llamadas históricas que siempre anhelaron trocear a Castilla para anular su fuerza y su papel como freno a sus ambiciones políticas y territoriales. Hoy contemplamos con tristeza los sucesos de Cataluña y vemos cómo una vez más algunos españoles, y castellanos se unen a apoyar pretensiones ajenas descuidando los amores propios.

      Hemos realizado también un estudio que se incluye a continuación del texto de Mañueco, que muestra cómo fue tejiéndose la maraña de comunidades de variada denominación: “históricas reconocidas sin discusión”, “históricas por autodenominación” y regiones sin más; en esta categoría se encuentra Castilla la Mancha, en la que nadie levantó su voz para intentar corregir la injusta marginación con la Castilla del norte ni contra la felonía de dispersar, trocear y anular a la que fuera la nación más próspera, rica y emprendedora de los diferentes reinos de España allá por el siglo XV, aunque comenzando el XVI, tras la Guerra de las Comunidades contra el Emperador Carlos V, todas las fuerzas anticastellanas, extranjeras e hispanas, se aplicaron  a fondo en combatirla, y también a la Corona de Aragón.



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ASÍ COMIENZA EL LIBRO:



«Los castellanos, separados, no conseguiremos nada; pero unidos : porque, cuando el pensamiento de las muchedumbres es unánime sobre cualquier asunto, se convierte en una entidad abstracta llamada opinión pública a la que nadie se atreve a desafiar.»

Julio Senador



INTRODUCCIÓN:


PALABRAS SOBRE
EL PAÍS CASTELLANO


      Afirmar el carácter específicamente nacional que la Historia ha otorgado a Castilla, debería ser costumbre tan cotidiana y repetida entre nosotros que hiciera innecesaria la tarea de demostrarlo a estas alturas. No obstante, el actual estado de postración en que se encuentra Castilla, nos impone la penosa obligación de comenzar por planteamos cuestiones tan básicas como ésta.
      Ello es particularmente doloroso, puesto que otros pueblos del Estado español han quemado etapas en el camino de recuperar sus señas de identidad colectiva. Nosotros, por el contrario, a pesar de que constituimos sin duda la nacionalidad más evidente del Estado español, y la que mayores y más urgentes reivindicaciones tiene por realizar, nos mantenemos al margen del proceso, como adormecidos o permanentemente derrotados.
      Pero dejémonos de vaguedades y especulaciones, y acometamos frontalmente el tema que nos ocupa: ¿Constituye o no Castilla uno de los países existentes en España?
      Quienes admitan la estructura plurinacional del Estado español, asunto éste que ya apenas se discute, habrán de concluir que Castilla posee todas las características que definen como tal a una nación, es decir: LENGUA Y CULTURA PROPIAS, TRADICIONES AUTOCTONAS, TRAYECTORIA HISTORICA DIFERENCIADA Y COLECTIVA; con una particularidad, la de que Castilla posee dichas notas con mayor intensidad posiblemente que otros países de España, perfectamente reconocidos y «legalizados» ya como tales.
      En efecto, nuestro carácter nacional castellano se presenta mucho más definido, desde cualquier punto de vista que se confronte, que el de otros países de España, los cuales, aun siéndolo, encontrarían mayores dificultades que nosotros para demostrar de inmediato, en toda su plenitud y extensión, las características nacionales que antes mencionábamos.
      Por ello, la demonización de País Castellano referida a Castilla no hace sino reflejar una evidencia que conviene asumir rápidamente.
      Urge hacerlo, porque de esta forma habríamos eliminado la primera y más dolorosa desnaturalización a la que hoy se nos quiere someter a los castellanos. ¿Qué características nacionales tendrá Cataluña –me pregunto–, que no pueda presentar igualmente Castilla, aparte de un super desarrollo económico al que nuestros emigrantes se han visto obligados a contribuir con su trabajo? ¿Qué poseerá Euskadi que no tenga también Castilla, aparte de unos privilegios fiscales y de unos paraísos tributarios de los que indudablemente nos convendría gozar de inmediato? ¿Qué características etnológicas tendrá Galicia, en fin, que no posea de igual modo Castilla, aunque las nuestras no sean reconocidas?
      A nuestro entender, en el Estado español existen, al menos, cuatro nacionalidades diferenciadas por la historia: Cataluña, Euskadi, Castilla y Galicia. Existen, por otra parte una serie de “países catalanes” y un conjunto de “países de lengua castellana”, cuya atribución nacional, en ambos casos, es ciertamente más discutible y difícil de demostrar pero que, de no serlo por sí mismos, lo serían como componentes extraterritoriales de alguna de las comunidades nacionales anteriormente citadas.
      Sin embargo, desde las alturas del poder y desde las mismas alturas de esta oposición bisoña e inexperta que nos ha salido, se postura la peregrina idea de que en el Estado español sólo existen tres nacionalidades: Cataluña, Euskadi Galicia (opinión que es ferozmente defendida por los beneficiarios de dicha situación), siendo lo demás únicamente “regiones” o “zonas” del mencionado Estado.
      Si admitiéramos esa absurda expresión discriminatoria, que tanto se repite últimamente –y que al final nos la han puesto incluso en la Constitución–, de las nacionalidades y regiones del Estado español, se produciría la desconcertante paradoja de que en España existieran 25 millones de apátridas, recién caídos del cielo seguramente, sin nacionalidad ni raíces nacionales conocidas.
      Yo, por el contrario, sé perfectamente cuál es mi País, y desearía que todos los castellanos nos aprestáramos a reivindicar el carácter nacional de Castilla, que hoy discriminatoriamente, como tantas otras cosas, se nos niega.
      Por los motivos que apunto, se me antoja importantísimo, además, que todos aquellos que amamos y sentimos a Castilla nos apresuremos a combatir esas otras expresiones, tan habituales para designarnos actualmente y tan atentatorias para la dignidad nacional de un País que como el castellano desea comenzar a asumirse, cuales son las de “Cuenca del Duero”, “Zona Duero”, “Región Centro”, “Zona Centro”, etc.
      ¿A qué obedecen esas denominaciones geográficas que desde las estructuras oficiales se nos aplican? ¿Qué intereses subterráneos se esconden detrás de ese proceso que pretende rebautizar con epítetos geográficos a un País que ha recibido ya su nombre de la historia? ¿Admitiría Galicia, por poner un ejemplo, la denominación de “zona Miño”? ¿se le ocurriría a alguien llamar a Cataluña la “Región Nordeste”? ¿Aceptaría Aragón ser conocido como el “Centro Derecha”? Estimo que no, so pena de caer en lo grotesco. Por lo tanto, en España, o se hace geografía durante otros cuarenta años, o se hace realidad, respetando los derechos de todas las nacionalidades, sin exclusiones.
     Las despersonalización de Castilla no puede continuar por más tiempo. Los castellanos hemos de ser conscientes de que constituimos y hemos constituido una de las nacionalidades más decisivas de la historia de Europa: la castellana, aunque hoy estemos aplastados nacionalmente y, si se me permite la expresión, Zonificados.
      Por todo ello, urge, como decía anteriormente, que tomemos conciencia de nuestro carácter nacional; urge que sustituyamos la expresión “regionalismo castellano” por el término que le corresponde en propiedad: nacionalismo castellano; y urge, en fin, que impidamos el mantenimiento de esas diferencias discriminatorias del tipo “nacionalidades y regiones del Estado español”, que pretenden compartimentar a los territorios del Estado en estamentos desiguales. Las circunstancias están cambiando rápidamente y aquí las denominadas “regiones” vamos a comenzar a decir muchas cosas que quizá no gusten a las autonombradas “únicas nacionalidades”, tenaces defensoras de sus consolidados privilegios, pero que nos es ineludible plantear urgentemente.
      Y bien, hasta aquí algunas de las razones por las que considero necesario institucionalizar cuanto antes el nombre de País Castellano. En números posteriores iremos revisando otras reivindicaciones (más decisivas por no ser tan básicas) de las muchas que deberá plantear nuestro País ante el Estado español, si realmente desea salir de la postración, del abandono, del olvido y del subdesarrollo –tanto económico como político– en que actualmente se encuentra.

Juan Pablo Mañueco




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Nota de Redacción:

      Han pasado 37 años desde que Juan Pablo Mañueco escribiera este libro; y algunas cosas han empeorado, muy pocas mejorado y los nacionalismos periféricos, no han quedado conformes con las concesiones que se les hicieron a la hora de redactar la Constitución (el debilitamiento y troceamiento de Castilla entre otras y la conversión de España en una nación totalmente asimétrica e injusta).
      Hemos considerado adecuado finalizar este artículo con un somero estudio del proceso autonómico, para facilitar la comprensión del complicado sistema, y facilitar así que los lectores puedan apreciar con más claridad la evolución de las arbitrarias desigualdades con que partió aquel proyecto de país "democrático" y que supuestamente contemplaba una igualdad de derechos y deberes de todos sus habitantes, sobre todo en lo concerniente a los poderes y decisiones que emanan del estado (Constitución Española).



LA ESPAÑA AUTONÓMICA: NACIONALIDADES, COMUNIDADES HISTÓRICAS Y REGIONES

      Comunidades históricas con reconocimiento implícito de nacionalidad –término confuso, pues no existe en la Constitución tal reconocimiento expreso--, se les reconoce más o menos ese derecho a las de derecho foral y a las que en algún momento anterior hubiesen tenido plebiscitos de autodeterminación o autonomía, aunque no se basa en si fueron reinos, sino exclusivamente en el hecho de tener una lengua propia distinta a la del Estado:

      –Cataluña, Constitución de 1978,
      –Galicia, Constitución de 1978,
      –País Vasco, Constitución de 1978,

Comunidades con fueros o régimen especial:

      –Navarra (con fueros históricos),
      –Canarias, 1982 (que tiene un tratamiento fiscal y administrativo especial por su lejanía e insularidad),

Comunidades Históricas añadidas después del 78:

      Los descontentos de varias regiones motivaron los Pactos Autonómicos, que abrirían una nueva puerta al reconocimiento de otras comunidades como “Históricas”. El primero en 1981 entre los dos partidos mayoritarios: UCD y PSOE (siendo presidente Leopoldo Calvo Sotelo). Y el segundo, en 1992, entre PSOE y PP, siendo presidente José María Aznar. Los acuerdos alcanzados en estos pactos, se sellaron exclusivamente entre estos dos grandes partidos y no fueron sometidos al refrendo de las cortes.
      En 1983, se admitió la reclamación de Comunidad Histórica de Andalucía, a partir de un referéndum realizado por la Junta en 1981. Lo que provocó un gran descontento en Aragón, que se manifestó en las calles reclamando el mismo trato (ciertamente, tenía más derecho que Andalucía), y tendría que esperar hasta 1999.
      Siguiendo su ejemplo, y  ya sin argumentos por parte del Estado para negarlos, los obtuvieron otras regiones con diversos y a veces peregrinos argumentos, bajo el extraño nombre de Derecho de Autocalificación” (podrían haber sido todas las regiones e islas), quedando de esta forma:


Regiones autónomas, consideradas históricas por derecho de “Autocalificación”:

      –Andalucía,
      –Aragón,
      –Asturias,
      –Cantabria,
      –Castilla-León,
      –Reino de Valencia,
      –Murcia,

REGIONES autónomas, sin más reconocimientos:

      –Castilla-la Mancha, 1982 (que nunca reclamó nada y sigue sin reclamarlo).
      –Madrid, 1983 (por ser capital del Estado),
      –Baleares, 1983,
      –Ceuta, 1995 (anteriormente dependía administrativamente de Andalucía),
      –Melilla, 1995 (Anteriormente también dependía de Andalucía).

      Y así, quedó definitivamente configurado el actual estado asimétrico, con regiones de primera categoría, de segunda y de tercera.
      De aquellos Polvos, vinieron estos lodos, y si no se afronta seriamente el problema creado, los nacionalismos seguirán creciendo en sus pretensiones, y el resto de comunidades empezarán a reclamar mayor atención y respeto, aunque sólo sea para intentar aproximarse en derechos a las de primera.

      Así que reflexionando sobre lo aquí expuesto, tenemos que repetirnos la pregunta:




¿Puede ser el nacionalismo
la última oportunidad para Castilla?



Auténtica bandera de Castilla antes de la unión
de los Reinos de Castilla y León (nunca fue morada).



P.L.O.
En Tarancón: Opinión y Cultura