Cávea es un grupo de
teatro musical, capaz de adaptar cualquier tipo de espectáculo encima del
escenario. Tuve la suerte de poder estar dentro de Cávea, y conocer esa bonita
experiencia. El arte por el arte. Y saber que todos lo hacen por amor. Porque
sí. Que no depende de edades, ni de experiencia. Y lo único que necesitas es
querer hacerlo con la mejor de tus intenciones. Alguien como yo, un negado en
el baile, y que desde el primer día me sintiese como en casa. Y es que es una
experiencia, que si es bonita verla desde fuera, no os imagináis lo que
significa vivirla desde dentro. Dedicarle tiempo a algo, sólo por entusiasmo. Y descubrir
que tras un par de pasos en falsos, tras ser consistentes los esfuerzos dan sus
recompensas, ¡cómo la vida misma! Una mezcla de emociones, al evadirte de todos
los problemas de la rutina, para dejar que salga todo lo que tu interior alberga y ni tú mismo sabías.
Trayectoria
El grupo tiene sus
comienzos en el año 2013, donde cuya idea nace a raíz de los primeros componentes
del grupo, los cuales coinciden en el espectáculo “La vida es un musical”, con
el grupo Llave-Estudio 13.
Con un extenso número de
espectáculos, su primer proyecto fue “Chicago”, el mes de mayo de 2014, cuya
obra cabaretera llena de humor y jazz se burla del sistema de justicia en el
Chicago de los años 20. Y en octubre del mismo año, colaboraron de nuevo con el
grupo Llave-Estudio 13 “La vida es un musical II”.
El año acabó con el
musical de “La Bella y la Bestia”, en diciembre. El espectáculo más complejo
hasta la fecha, el cual estrenaron también en Santa Cruz.
Más
adelante, en el 2015, llevan a cabo “Jesucristo Superstar”, con el que volvieron
a llenar butacas.
Además,
entre proyecto y proyecto, el grupo colabora en diversas y variadas galas. Como
el homenaje a Paletilla, ese mismo año. Galas en colaboración con Afamit, o en
beneficio de Ademtac en la que hubo gran participación del pueblo, recopilando
escenas de baile de anteriores musicales, como “Al Son del Jazz” y “Qué
Festín”.
Hoy No Me Puedo
Levantar
Su próximo
proyecto, “Hoy no me puedo levantar”, tiene previsto el estreno para los días
10, 11, 12, 18 y 19 de febrero en el auditorio de Tarancón. Las entradas están a la venta a partir del día 6 de febrero para las actuaciones del 10, 11 y 12 en horario de 19:00 a 21:00. Y el lunes 13 estarán disponibles las entradas para los días restantes 18 y 19 de febrero.
Una
historia que transcurre a lo largo de los años 80 con las famosas canciones del grupo Mecano, y unos personajes llevados por unos actores que hacen que les cojamos cariño desde el minuto uno al sentir emociones,
risas, y quizá alguna que otra lágrima, en la evolución por la que pasa cada uno de ellos.
Finalmente, y para
despedirme, dejaré una conclusión que he aprendido a lo largo de los últimos
años. Y es que, el arte sale del corazón de las personas que siente cada
pellizco de lo que quieren mostrar al mundo, expresándose de la manera que más
le guste. Y por el camino te encuentras a esas personas, cada una con un don
diferente, pero que sigue haciendo especial aquello que hace. Que saca tiempo
de donde no lo tiene para sus pasiones más deseadas, aquellos hobbies que hacen que nos
olvidemos de los problemas, los desamores, o un duro día en el trabajo. Y
cuando cada una de esas piezas piensa así, cuando trabajan en equipo pueden
salir cosas realmente grandes. Un trabajo llevado durante meses, hecho con
mucha ilusión, y sobre todo cariño, para que la gente disfrute cada segundo.
Para que cada uno de esos componentes, nos ofrezca emoción y sentimientos.
Quiero agradecer y dedicar mis últimas palabras, pero no menos importantes, a cada una de las personas que han hecho posible este bello proceso, este precioso musical, tanto los que están delante del escenario hasta el último que está detrás. A los que por unos motivos o por otros no han podido participar en esta ocasión. A esos compañeros que se convierten en amigos. Por compartir conmigo cada sensación, cada mezcla de sentimientos llevados a cabo entre todos y trabajados desde el principio hasta el final. Pues como en los grandes equipos, cuando uno decae el resto ayuda a levantarlo. Porque incluso sin la última pieza sería imposible de completar el puzzle, por muy pequeña que fuese.
Y
es que hoy, SÍ nos podemos levantar, para decir bien alto y sin más dilación, ¡que se abra el telón!
J. Vielsa