viernes, 31 de marzo de 2017

COLABORACIóN "El Franquismo Económico en Castilla"








PRESENTACIÓN/INTRODUCCIÓN:

     No es este el primer artículo publicado en este blog, sobre el lamentable destino al que se ha visto abocada Castilla, tras años y años de desidia y abandono por parte de los sucesivos gobiernos de España. El declive de Castilla empezó con la muerte de la reina Isabel I (la Católica) y el infortunio se abatió sobre nuestra tierra con la llegada al trono castellano de su nieto Carlos de Habsburgo, que desató  una guerra civil entre la burguesía y el pueblo frente al ambicioso emperador, su corte de flamencos y la nobleza Castellana, que temerosa de perder sus privilegios, apoyó al heredero del primer vástago de la Casa de Austria que pisara nuestra tierra, el infortunado Felipe el Hermoso.
     Pero no sólo fueron los Austrias la causa de su ruina actual. Se puede decir que absolutamente todos los reyes, y casi todos los sistemas políticos por los que hemos pasado, han usado a Castilla como moneda de cambio para satisfacer ambiciones de las ya conocidas “nacionalidades periféricas”, en su afán por disolver la única nación peninsular capaz de plantar cara a sus exigencias.
     Descubrí este artículo de Francisco Javier Sánchez, montañés y castellano, partidario como yo de la unidad de los territorios de la antigua Corona de Castilla, y decidí darlo a conocer por su interés. En él, nos introduce en el libro del Escritor y castellanista alcarreño Pablo Mañueco, escrito en 1982, en el que entrevista a diez políticos e intelectuales castellanos para que expresasen su opinión sobre la situación de Castilla en aquella confusa época de la Transición, cuando vio la luz la Constitución y también la aceptación de las actuales Comunidades Históricas y la absurda división de España entre éstas y las otras, las de segunda categoría, a la que Castilla pertenece por la inacción y el silencio cómplice de muchos de sus políticos, historiadores e intelectuales.
      Francisco Javier Sánchez nos muestra algunas de las declaraciones más significativas del libro, y nos ilustra sobre la última catástrofe sufrida por este viejo reino: La Política Económica del Régimen del General Franco y sus desastrosas consecuencias para Castilla y los castellanos.
Pedro López Ocaña

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Libro de Juan Pablo Mañueco, 1982


El franquismo económico en Castilla


FRANCISCO JAVIER SÁNCHEZ
     Tal vez no haya suficientes estudios e investigaciones publicadas referidas a la historia económica de Castilla desde la década de 1940 hasta finales de la década de 1970, cuando ya Castilla muestra signos evidentes de la despoblación de la mayoría de sus provincias, después de varias décadas de emigración masiva que fue la consecuencia principal de la política económica que llevaron a cabo los gobiernos de Francisco Franco de los que formaron parte muchos ministros catalanes y vizcaínos que controlaron las áreas de economía, industria y hacienda (1).

     De tal manera que siete provincias castellanas (Guadalajara, Soria, Segovia, Ávila, Burgos, Palencia y Zamora) tenían más población en el año 1900 que en el año 1981, dato que pone de manifiesto por sí solo el hundimiento económico de Castilla en un siglo que se caracteriza precisamente por los avances imparables en la demografía, en la economía y en la tecnología.

     No obstante, en el libro de entrevistas titulado “Diez Castellanos y Castilla” y publicado en el año 1982 por la Editorial Riodelaire dirigida por Juan Pablo Mañueco (2), en el que aparecen entrevistados ocho castellanos ilustres del momento y no diez, porque hubo dos que no quisieron ser entrevistados sobre las cuestiones esenciales de Castilla (3), se hace referencia a las escasas inversiones industriales en Castilla y al papel de colonia interior asignado a Castilla, proveedora de mano de obra, suministradora de energía eléctrica por medio de pantanos y centrales nucleares y, también, de recursos hídricos a través del Trasvase Tajo-Segura.

     Francisco Fernández Ordóñez, que fue presidente del Instituto Nacional de Industria, en el libro de entrevistas “Diez castellanos y Castilla” contestaba lo siguiente, que es una muestra evidente del papel económico que asignó el franquismo a Castilla.

     “¿Juzga suficiente, quien fue presidente del INI, la participación de las inversiones de las empresas públicas en el nivel de desarrollo de Castilla?

     F.F.O.Bueno, en Castilla nada; en Castilla el INI apenas ha aportado nada; ha habido una desatención grande respecto a las inversiones públicas en Castilla.
     Históricamente, las inversiones del INI no han sido resultado de verdaderos programas, desgraciadamente. El INI se programó en su primera época, pero ha tenido una segunda fase en que ha jugado el papel de mera respuesta a las grandes quiebras. Se ha seguido el proceso de recibir empresas en crisis, más que el de crearlas.
     Pero, por otra parte, el que no haya inversión en Castilla es parte de un problema mucho más grave, es consecuencia de un problema de despoblación. El crear incluso una empresa en Castilla, pública o privada, plantea unos problemas adicionales por falta de infraestructura pública, de apoyos suficientes, pero, además, ahora ya, por falta de lo más básico: de población.
     Este es un fenómeno complejo y gravísimo que podríamos denominar el crecimiento desequilibrado de España. Este es un país que está creciendo desequilibradamente. Junto a tierras enormemente desarrolladas, que cada vez van a más, hay tierras rezagadas que cada vez se desequilibran más y se rezagan. Esta realidad a veces se quiere enmascarar aduciendo que en el plano de la renta per cápita las cifras de las regiones pobres se están igualando a las ricas; pero en realidad hay unas regiones que no pierden renta, porque pierden población; y al perder población, se divide entre menos.”

     En la conferencia “UNA DEFENSA DE CASTILLA”, pronunciada en el Ateneo barcelonés por el escritor leonés Jesús Torbado el 12 de mayo de 1982, y publicada en el libro de entrevistas “Diez castellanos y Castilla” editado en septiembre de 1982, también se refirió este intelectual a la política económica del franquismo respecto de Castilla.

     J.T.  “Cierto: Pujol y Arzallus han dicho una parte mínima de la verdad. Franco se mantuvo gracias a la Iglesia, al Ejército y a la oligarquía financiera. Pero el nacionalcatolicismo fue una invención de los monseñores Gomá y Plá y Deniel, apellidos que no son frecuentes en mi tierra (4). Y en cuanto a las oligarquías financieras malamente podrían surgir de un páramo calcinado y semivacío. Por otro lado, y para no hacerme pesado en este punto, el dictador compensó su robo de ciertas libertades con dádivas muy notables a parte de la periferia española y a la ciudad de Madrid, convertida por su culpa en un monstruo industrial innecesario. Los Altos Hornos no se instalaron en Castilla, ni ninguna gran industria. Las materias primas eran manufacturadas –eran y son– en la periferia para luego ser vendidas en el centro: ¿no es eso una cualidad de colonia?, ¿Me equivoco al decir que la meseta central es una colonia de las zonas industriales?  De los 230.000 puestos de trabajo creados por el INI (es decir, por el dinero de todos) sólo cinco mil han correspondido a las once provincias castellano-leonesas, y casi todos ellos de naturaleza extractiva y energética. Y buena parte de esa inversión se dedicó a inundar los mejores valles de la región para dotar de energía eléctrica a Madrid, al País Vasco y a otras ciudades industriales periféricas.”  (Parte del texto de la conferencia).

     También recientemente, Manuel Ángel Castañeda, ex-director de “El Diario Montañés” escribió lo siguiente en “El Diario Montañés” de 15 de enero de 2017 en su artículo “Cantabria, ante la España autonómica”: “Es preciso recordar que la riqueza de Cataluña y el País Vasco provienen, en buena medida, del trato excepcional que el régimen de Franco les otorgó en la ubicación de grandes fábricas y en el trabajo de cientos de miles de emigrantes llegados desde las regiones menos favorecidas”.

     A veces es preciso recordar lo que nadie dice ahora, pero que es la constatación evidente de las consecuencias de la nefasta política económica llevada a cabo por el régimen del general Francisco Franco en España: los profundos desequilibrios regionales que fueron ya la base en la que se instaló el llamado Estado de las autonomías y sobre los que descansa.

Francisco Javier Sánchez



Notas de  “En Tarancón: Opinión y Cultura”:
1.      Los ministros de Franco, así como la procedencia pormenorizada de todos los ministros de aquella época: https://drive.google.com/open?id=0B8_GJikb-KRRV1BBZVhnX29STk0

2.       El artículo está basado en una publicación dirigida por un escritor alcarreño, convencido por aquellos años de que su tierra iba a ser Castilla, no Castilla-la Mancha, pues sabido es que Guadalajara en primer lugar, Cuenca y Toledo en segundo y tercero, siempre se han considerado más castellanas que manchegas, aunque nunca se preguntó a su población abiertamente, primero porque Toledo iba a ser la capital de la Castilla del Sur, Ciudad Real, más manchega que castellana, aspiraba a que la capital de ese ente, sería Alcázar de San Juan, Albacete pensaba que con toda seguridad, por población e industria, sería la Reina del Mambo, y Cuenca (mejor dicho, sus políticos), fue convencida para presentar también la candidatura a ser capital de Castilla la Mancha.
3.       De los diez entrevistados, sólo ocho contestaron, y dos se negaron. Uno fue Miguel Delibes, que declinó la invitación por problemas de agenda, aunque es muy posible que le hubiera gustado ser entrevistado pues en TVE, en el programa "Esta es mi tierra", habló de otro libro de Juan Pablo Mañueco "El Nacionalismo: Última oportunidad Para Castilla", mostrando otro libro de Mañueco "El Nacionalismol: una última oportunidad para toda Castilla", a la vista de los telespectadores y hablando de él con sumo interés, y comentaba que en él se decían muchas verdades sobre Castilla. Para quien tenga interés, este es el enlace para ver aquel programa de TV: http://www.rtve.es/alacarta/videos/esta-es-mi-tierra/esta-tierra-valladolid-castilla-miguel-delibes/2427587/Y Tierno Galván, le comentó a Juan Pablo Mañueco en una conversación íntima y con mucha tristeza: “¿A quién le importa Castilla...?” Ambos eran amantes de Castilla, Delibes era de Valladolid y Tierno con raíces en Soria. Aunque entonces eran tiempos de confusión y cautela, y todos los partidos buscaban posicionarse ante la previsible ola de cargos que se avecinaba con las 17 autonomías.

4.       Don Isidro Gomá, fue Cardenal Primado de España en el Franquismo: Nacido en 1869 en el pueblecito de La Riba, Tarragona. Fallecido en Toledo en 1940, se le considera el padre del Nacional Catolicismo. Don Enrique Plá y Deniel. Sucedió al Cardenal Gomá como Cardenal Primado de España. Nacido en Barcelona en 1876, falleció en Toledo en 1968. Wikipedia lo cita como muy activo en la Guerra Civil y en la dictadura y fue en todos los aspectos un continuador de la doctrina Nacional Católica de Gomá.




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