PRESENTACIÓN/INTRODUCCIÓN:
No es este el primer artículo publicado en
este blog, sobre el lamentable destino al que se ha visto abocada Castilla,
tras años y años de desidia y abandono por parte de los sucesivos gobiernos de España.
El declive de Castilla empezó con la muerte de la reina Isabel I (la Católica)
y el infortunio se abatió sobre nuestra tierra con la llegada al trono castellano
de su nieto Carlos de Habsburgo, que desató una guerra civil entre la burguesía y el
pueblo frente al ambicioso emperador, su corte de flamencos y la nobleza
Castellana, que temerosa de perder sus privilegios, apoyó al heredero del primer
vástago de la Casa de Austria que pisara nuestra tierra, el infortunado Felipe
el Hermoso.
Pero no sólo fueron los Austrias la causa
de su ruina actual. Se puede decir que absolutamente todos los reyes, y casi
todos los sistemas políticos por los que hemos pasado, han usado a Castilla
como moneda de cambio para satisfacer ambiciones de las ya conocidas
“nacionalidades periféricas”, en su afán por disolver la única nación
peninsular capaz de plantar cara a sus exigencias.
Descubrí este artículo de Francisco Javier
Sánchez, montañés y castellano, partidario como yo de la unidad de los territorios de la
antigua Corona de Castilla, y decidí darlo a conocer por su interés. En él, nos
introduce en el libro del Escritor y castellanista alcarreño Pablo Mañueco,
escrito en 1982, en el que entrevista a diez políticos e intelectuales
castellanos para que expresasen su opinión sobre la situación de Castilla en
aquella confusa época de la Transición, cuando vio la luz la Constitución y
también la aceptación de las actuales Comunidades Históricas y la absurda división
de España entre éstas y las otras, las de segunda categoría, a la que Castilla
pertenece por la inacción y el silencio cómplice de muchos de sus políticos,
historiadores e intelectuales.
Francisco
Javier Sánchez nos muestra algunas de las declaraciones más significativas del
libro, y nos ilustra sobre la última catástrofe sufrida por este viejo reino:
La Política Económica del Régimen del General Franco y sus desastrosas
consecuencias para Castilla y los castellanos.
Pedro López Ocaña
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El franquismo económico en Castilla
FRANCISCO JAVIER SÁNCHEZ
Tal vez no haya suficientes estudios e
investigaciones publicadas referidas a la historia económica de Castilla desde
la década de 1940 hasta finales de la década de 1970, cuando ya Castilla
muestra signos evidentes de la despoblación de la mayoría de sus provincias,
después de varias décadas de emigración masiva que fue la consecuencia
principal de la política económica que llevaron a cabo los gobiernos de
Francisco Franco de los que formaron parte muchos ministros catalanes y
vizcaínos que controlaron las áreas de economía, industria y hacienda (1).
De tal manera que siete provincias
castellanas (Guadalajara, Soria, Segovia, Ávila, Burgos, Palencia y Zamora)
tenían más población en el año 1900 que en el año 1981, dato que pone de
manifiesto por sí solo el hundimiento económico de Castilla en un siglo que se
caracteriza precisamente por los avances imparables en la demografía, en la
economía y en la tecnología.
No obstante, en el libro de entrevistas
titulado “Diez Castellanos y Castilla” y
publicado en el año 1982 por la Editorial Riodelaire dirigida por Juan Pablo
Mañueco (2), en el que aparecen entrevistados ocho castellanos ilustres del
momento y no diez, porque hubo dos que no quisieron ser entrevistados sobre las
cuestiones esenciales de Castilla (3), se hace referencia a las escasas
inversiones industriales en Castilla y al papel de colonia interior asignado a
Castilla, proveedora de mano de obra, suministradora de energía eléctrica por
medio de pantanos y centrales nucleares y, también, de recursos hídricos a
través del Trasvase Tajo-Segura.
Francisco Fernández Ordóñez, que fue
presidente del Instituto Nacional de Industria, en el libro de entrevistas
“Diez castellanos y Castilla” contestaba lo siguiente, que es una muestra
evidente del papel económico que asignó el franquismo a Castilla.
“¿Juzga suficiente, quien fue presidente
del INI, la participación de las inversiones de las empresas públicas en el
nivel de desarrollo de Castilla?
F.F.O.
–Bueno, en Castilla nada; en Castilla el
INI apenas ha aportado nada; ha habido una desatención grande respecto a las
inversiones públicas en Castilla.
Históricamente, las inversiones del INI no han sido resultado de
verdaderos programas, desgraciadamente. El INI se programó en su primera época,
pero ha tenido una segunda fase en que ha jugado el papel de mera respuesta a
las grandes quiebras. Se ha seguido el proceso de recibir empresas en crisis,
más que el de crearlas.
Pero, por otra parte, el que no haya inversión en Castilla es parte de
un problema mucho más grave, es consecuencia de un problema de despoblación. El
crear incluso una empresa en Castilla, pública o privada, plantea unos
problemas adicionales por falta de infraestructura pública, de apoyos
suficientes, pero, además, ahora ya, por falta de lo más básico: de población.
Este es un fenómeno complejo y gravísimo que podríamos denominar el
crecimiento desequilibrado de España. Este es un país que está creciendo
desequilibradamente. Junto a tierras enormemente desarrolladas, que cada vez
van a más, hay tierras rezagadas que cada vez se desequilibran más y se
rezagan. Esta realidad a veces se quiere enmascarar aduciendo que en el plano
de la renta per cápita las cifras de las regiones pobres se están igualando a
las ricas; pero en realidad hay unas regiones que no pierden renta, porque
pierden población; y al perder población, se divide entre menos.”
En la conferencia “UNA DEFENSA DE
CASTILLA”, pronunciada en el Ateneo barcelonés por el escritor leonés Jesús
Torbado el 12 de mayo de 1982, y publicada en el libro de entrevistas “Diez
castellanos y Castilla” editado en septiembre de 1982, también se refirió este
intelectual a la política económica del franquismo respecto de Castilla.
J.T. “Cierto:
Pujol y Arzallus han dicho una parte mínima de la verdad. Franco se mantuvo
gracias a la Iglesia, al Ejército y a la oligarquía financiera. Pero el
nacionalcatolicismo fue una invención de los monseñores Gomá y Plá y Deniel,
apellidos que no son frecuentes en mi tierra (4). Y en cuanto a las oligarquías financieras malamente
podrían surgir de un páramo calcinado y semivacío. Por otro lado, y para no
hacerme pesado en este punto, el dictador compensó su robo de ciertas
libertades con dádivas muy notables a parte de la periferia española y a la
ciudad de Madrid, convertida por su culpa en un monstruo industrial
innecesario. Los Altos Hornos no se instalaron en Castilla, ni ninguna gran
industria. Las materias primas eran manufacturadas –eran y son– en la periferia
para luego ser vendidas en el centro: ¿no es eso una cualidad de colonia?, ¿Me
equivoco al decir que la meseta central es una colonia de las zonas
industriales? De los 230.000 puestos de
trabajo creados por el INI (es decir, por el dinero de todos) sólo cinco mil han
correspondido a las once provincias castellano-leonesas, y casi todos ellos de
naturaleza extractiva y energética. Y buena parte de esa inversión se dedicó a
inundar los mejores valles de la región para dotar de energía eléctrica a
Madrid, al País Vasco y a otras ciudades industriales periféricas.” (Parte del texto de la conferencia).
También recientemente, Manuel Ángel
Castañeda, ex-director de “El Diario Montañés” escribió lo siguiente en “El
Diario Montañés” de 15 de enero de 2017 en su artículo “Cantabria, ante la
España autonómica”: “Es preciso recordar
que la riqueza de Cataluña y el País Vasco provienen, en buena medida, del
trato excepcional que el régimen de Franco les otorgó en la ubicación de
grandes fábricas y en el trabajo de cientos de miles de emigrantes llegados
desde las regiones menos favorecidas”.
A veces es preciso recordar lo que nadie
dice ahora, pero que es la constatación evidente de las consecuencias de la
nefasta política económica llevada a cabo por el régimen del general Francisco
Franco en España: los profundos desequilibrios regionales que fueron ya la base
en la que se instaló el llamado Estado de las autonomías y sobre los que
descansa.
Francisco Javier Sánchez
Notas
de “En Tarancón: Opinión y Cultura”:
1. Los ministros de Franco, así como la procedencia pormenorizada de todos los ministros de aquella época: https://drive.google.com/open?id=0B8_GJikb-KRRV1BBZVhnX29STk0
2. El artículo está basado en una publicación dirigida por un escritor alcarreño, convencido por aquellos años de que su tierra iba a ser Castilla, no Castilla-la Mancha, pues sabido es que Guadalajara en primer lugar, Cuenca y Toledo en segundo y tercero, siempre se han considerado más castellanas que manchegas, aunque nunca se preguntó a su población abiertamente, primero porque Toledo iba a ser la capital de la Castilla del Sur, Ciudad Real, más manchega que castellana, aspiraba a que la capital de ese ente, sería Alcázar de San Juan, Albacete pensaba que con toda seguridad, por población e industria, sería la Reina del Mambo, y Cuenca (mejor dicho, sus políticos), fue convencida para presentar también la candidatura a ser capital de Castilla la Mancha.
2. El artículo está basado en una publicación dirigida por un escritor alcarreño, convencido por aquellos años de que su tierra iba a ser Castilla, no Castilla-la Mancha, pues sabido es que Guadalajara en primer lugar, Cuenca y Toledo en segundo y tercero, siempre se han considerado más castellanas que manchegas, aunque nunca se preguntó a su población abiertamente, primero porque Toledo iba a ser la capital de la Castilla del Sur, Ciudad Real, más manchega que castellana, aspiraba a que la capital de ese ente, sería Alcázar de San Juan, Albacete pensaba que con toda seguridad, por población e industria, sería la Reina del Mambo, y Cuenca (mejor dicho, sus políticos), fue convencida para presentar también la candidatura a ser capital de Castilla la Mancha.
3. De los diez entrevistados, sólo ocho
contestaron, y dos se negaron. Uno fue Miguel Delibes, que declinó la invitación por problemas de agenda, aunque es muy posible que le hubiera gustado ser entrevistado pues en TVE, en el programa "Esta es mi tierra", habló de otro libro de Juan Pablo Mañueco "El Nacionalismo: Última oportunidad Para Castilla", mostrando otro libro de Mañueco "El Nacionalismol: una última oportunidad para toda Castilla", a la vista
de los telespectadores y hablando de él con sumo interés, y comentaba que en él se decían muchas verdades sobre Castilla. Para quien tenga interés, este es el enlace para ver aquel programa de TV: . http://www.rtve.es/alacarta/videos/esta-es-mi-tierra/esta-tierra-valladolid-castilla-miguel-delibes/2427587/. Y Tierno Galván, le comentó a Juan Pablo Mañueco en una conversación íntima y con mucha tristeza: “¿A quién le importa
Castilla...?” Ambos eran amantes de Castilla, Delibes era de Valladolid y Tierno con raíces en Soria. Aunque entonces eran tiempos de confusión y cautela, y todos los partidos buscaban posicionarse ante la
previsible ola de cargos que se avecinaba con las 17 autonomías.
4. Don Isidro Gomá, fue Cardenal Primado de España en el Franquismo:
Nacido en 1869 en el pueblecito de La Riba, Tarragona. Fallecido en Toledo en
1940, se le considera el padre del Nacional Catolicismo. Don Enrique Plá y Deniel. Sucedió al
Cardenal Gomá como Cardenal Primado de España. Nacido en Barcelona en 1876,
falleció en Toledo en 1968. Wikipedia lo cita como muy activo en la Guerra
Civil y en la dictadura y fue en todos los aspectos un continuador de la
doctrina Nacional Católica de Gomá.
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