viernes, 9 de diciembre de 2016

COLABORACIONES: NOVEDADES LITERARIAS



“EL Armario de los Recuerdos y los Sueños”

DE CELIA ASTIZ CARRANZA





Inspirado en sus viajes de niñez y Juventud a Tarancón, desde Madrid, una serie de relatos, recuerdos y algún sueño. Ya está a la venta.


      ¿Quieres recordar la Cantina de la Estación y su regidor Isidoro Carranza, la popular Tía Ramona, la Casa de Los Sevillas y la de La Condesa a través de los ojos de una joven madrileña, hija de padre navarro y madre de Alcázar del Rey?

      Nos acerca con sencillez y ternura este libro que se presentó en Madrid y pronto lo hará en nuestra ciudad.

 



      De raíces taranconeras, nacida en Madrid de padre navarro y madre de Alcázar del Rey, aunque pronto vino a Tarancón, donde vivió hasta la muerte de su madre, recuerda.
      Educada en un colegio francés de la capital de España. Siempre sintió la necesidad de escribir, aunque “iba a la basura muchas de las cosas”. Hasta que un día, decidió dar el paso adelante. Es un mujer mu vitalista, extrovertida de fácil verbo, amena y tentó suerte en el  taller de escritores de los hermanos Posada (Carmen y Gervasio), las correcciones para la publicación de sus escritos, que ante todo son autobiográficos, experiencias, vivencias, relatadas con sencillez que llegan a todo el mundo, porque te pueden identificar con ellas fácilmente. El apoyo de los más próximos, que al leer esos relatos dan el último empujón, entre ellos, dos ilustres escritoras taranconeras, sus “primas Pilar Carranza y Milagros Carranza” y da el paso definitivo, aunque no le faltaron “algún que otro tumbo”, porque asegura que “no todos los días te encuentran con el mismo estado de ánimo” y se hace editora de su propia publicación. Y, ya está en Tarancón, en Librerías Palabras de la Plaza de la Tejera. Lo ha presentado en Madrid y su sorpresa fue “la acogida tan multitudinaria en el acto y los buenos comentarios” nos asegura. Por ello, piensa también presentar públicamente en Tarancon para compartir “con lectores y lectoras”. Autora de “El armario de los recuerdos y los sueños” es su primer libro, pero ya “estoy con el segundo” y además “no descarto la novela” porque escribir “da libertad”, Celia Astiz Carranza, en este primer libro, nos recuerda personas muy entrañables de Tarancón. Sus viajes a nuestra ciudad para visitar a la familia (abuelos, tíos, primas), la gastronomía, el Tarancón antiguo “tan diferente” ese ambiente de pueblo, de familiaridad, de vecindad que “no teníamos en Madrid”, “armario de los recuerdos y los sueños”. Celia Astiz Carranza, promete interesantes publicaciones
       En este  “armario de los recuerdos” encontramos “La maleta de cuadritos”, el nombre de un relato que Celia escribió como “viaje por mi infancia y mi adolescencia a Tarancón”, cuenta.  Precisamente esta “maleta” ha sido el origen  para  Celia diera un paso más, un texto que envió a sus primas Milagros Carranza  y Mari Pili Carranza, ilustres escritoras cada una con su estilo propio y  que viven en Tarancón. “Les gustó mucho, empecé a recibir ánimos de la gente” Luego  surgieron los recuerdos, los sentimientos de los que brota la necesidad de dar forma. Celia asistió  a un taller de escritura creativa en la escuela dirigida por Carmen y Gervasio Posadas y fue puliendo algunos defectos a la vez que dando forma a su prosa para poder editar y publicar.
      Podemos decir que  este primer  libro “El armario de los recuerdos y los sueños” en parte es autobiográfico. Pero tiene otros contenidos, como  sobre los atentados que sufrió Madrid, el 11 M.  Hay  los sentimientos de un escritor. El resto son ficticios, pero derrocha, como en su conversación, “humor,  amor,  aventura… hay un poquito de todo”, asegura Celia.
      En  “El armario de los recuerdos y los sueños” se lee,  “el corazón de una persona” que sintió Tarancón como un pequeño paraíso en medio de una infancia marcada por una tragedia familiar. Cuando Celia tenía tres años falleció un hermano suyo con tan solo 16 años. Vivían en Madrid, “recuerdo a una madre triste, siempre vestida de negro, pero recuerdo una madre feliz cuando venía a Tarancón y se reencontraba con la familia”. Celia guarda en su memoria con cariño los momentos en los que se hallaba en la despensa de casa de su abuela y olía los chorizos en la orza y la morcilla, “otro mundo” muy distinto a la vida que llevaban en Madrid, señala.
      Para Celia, “Aquel ambiente rural taranconero era divertido, feliz, un mundo de muchas personas” que no  en la capital de España. Todos esos sentimientos y ternura, “ese mundo diferente de pueblo, de olores, de sabores” que desprendía Tarancón era algo nuevo para la escritora, que entonces contaba 7 años.
      Cuando se le pregunta por los cambios, lo que hecha de manos de aquella época,  ese Tarancón de la infancia de Celia pocas cosas quedan ahora, salvo la añoranza de sus “edificios como la Casa de la Condesa, que está derruida, como la casa de mi abuela, que ya no existe, Casa de los Sevilla”, dice la escritora. Lo que permanece es “el recuerdo de lo que fue”. La inolvidable memoria de su tío Isidoro Carranza, la “Cantina de la Estación, los sonetos, su elegancia, su educación…” y la bondad de mi tío Paco, todo lo que le pedía lo tenía, no dudaba en comprarme…” la abuela “Ramona, que sin estudios nos daba un ejemplo de solidaridad, de educación, en torno a ella toda la familia”.
      Quiere por lo tanto ser esta obra “prima” de Celia con este libro que ha editado  ella, gracias a que ahora existen editoriales que se puede hacer este servicio,  ser “un homenaje a las dos familias de Celia, a los Astiz (de Navarra) y los Carranza (de Tarancón).
      El espacio, sin duda, por el tema económico, ha sido su limitación, tener que realizar una selección importante, para poder publicar este primer libro. Supone, lógicamente “un gran esfuerzo de tiempo, y también de dinero”. La forma elegida ha sido la autoedición. Sabe que las grandes editoriales porque en ellas “las puertas están cerradas, y están cerradas a cal y canto, sólo son para escritores consagrados o para alguien que tenga una recomendación”, por lo que recurrió a este sistema. Ello le hacía “sacar la calculadora para cada página”
      Damos fe que  es “ameno, fácil y engancha”,  que podemos unir a los comentarios que le han llegado a Celia de las personas que ya lo han leído. Lo biográfico se entremezcla con lo cómico sobre un poso de ternura y sensibilidad, “cada persona puede encontrar en cada relato algo que le llame y le atraiga”, sobre todo a los taranconeros y taranconeras en lo referente a la familia y viajes a nuestra ciudad de la autora, que confía en poder presentar directamente en Tarancón, para asi contactar directamente con lectoras y lectores.

Jesús Gabaldón Navarro
9/12/2016