jueves, 15 de diciembre de 2016

Amando al desamor - Diana G. y J. Vielsa

Sección literaria

Amando al desamor - Diana G. y J. Vielsa

         -La vida nos ha enseñado a no confiar demasiado. A ilusionarnos, pero a medias. De modo que duelan menos las decepciones si tropezamos. Y aunque avancemos perdiendo una esencia de nosotros por el camino, al final agradeces respirar tranquilo, sabiendo que eres tú en quien tienes que creer antes que en nadie. Que somos nosotros los que nos levantaremos, y a quien no debemos fallar. Pues a veces, tener el corazón frío, nos salva de múltiples heridas. Que a veces el amor nos lleva a nuestra propia ruina.
         -Permíteme que lo dude. El amor es algo tan mágico como los cuentos que solían leernos nuestros padres antes de irnos a dormir, pero siendo uno mismo el protagonista. Las primeras cosquillitas en el estómago, esa sensación tan maldita pero a la vez añorada cuando decide marcharse, esas risitas por lo bajo cuando lees en la pantalla algo bonito que intentas ignorar sin siquiera lograrlo. Como los besos que se dan con los ojos sin necesidad de juntar los labios porque es el sabor más dulce que hay. Esos abrazos que sustituyen a las caricias como si fueseis un solo pack, y cuando van juntos es la mejor sensación que pueden regalarnos.
         -Pero... ¿Y si volvemos a fallar?
         -¿Nosotros o ellos?
         -¿Qué más da? Al final fuimos los dos quien perdimos. Y las miles de caras sin sentimientos con las que te cruzas por la calle, son viejos corazones a los que destruyeron en su día. Ves el desamor en las calles, las prisas por llegar a un destino sin disfrutar de quien te acompaña en el viaje. Y no te das cuenta, pero somos etapas, y cuando salimos de una de ellas te fijas en que no volveremos a ser el mismo que entró. Que cambiamos, y por mucho que quieras el corazón no cicatrizará todo lo que sintió. Y eso es lo que nos va desprendiendo del cien por cien que fuimos en su día.

         -Es cierto que al perder lo hacemos los dos, pero piensa, ¿está todo perdido? No se puede quedar anclado de por vida en el mismo sentimiento, paseando con tu soledad de la mano. Porque llegará un día que también se marche sin avisar y es entonces cuando imploraremos la presencia del cariño y el amor, aunque ya sepamos las consecuencias, y quizá no disfrutemos de esos sentimientos por haber pensado que eso nos hace más daño que nosotros mismos. Que sí, que nosotros queremos y a veces no nos quieren, pero has dicho tú: "sólo son amores pasajeros", mientras que el nuestro es eterno, y nos podemos herir de por vida. Pero al contrario, tendríamos días, horas, minutos e incluso segundos para sentirnos vivos una vez más. ¿Cambiamos?, claro que lo hacemos y pensamos que así llegaremos a ser más fuertes, pero no, eso solo dificulta en parte más a nuestro dolor, porque herimos a quién nos quiere, a quién no tiene maldad, y eso con el tiempo nos hará perder hasta las mejores compañías. Por eso si cambiamos que sean las lágrimas por sonrisas, las malas palabras por "por lo menos supimos ser felices a nuestra manera". El amor es el sentimiento masoquista que más daño nos hace pero que todos queremos llevar a cuestas.

Diana G. y J. Vielsa


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