LA ESPAÑA VACIADA BAJO A LA PANDEMIA
Por su enorme interés, hemos copiado este artículo de la revista AGRONEGOCIOS por el enorme interés del discurso de don Jaime Lamo de Espinosa sobre la causa de la DESPOBLACIÓN de la España interior y sus posibles soluciones. Pedimos disculpas a Agronegocios por publicarla sin su permiso, pero hemos considerado que cualquier idea sobre posibles soluciones a nuestro problema, es de la máxima urgencia. Se agradece una publicación tan versada y culta sobre la tragedia de la ESPAÑA VACIADA y la necesidad de luchar sin dilación para frenar la maldita despoblación que la está convirtiendo en un desierto.
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MARTES 20 DE OCTUBRE 2020
PUNTO DE VISTA
“La España vaciada bajo la pandemia”, por Jaime Lamo
de Espinosa
09 de
octubre 2020
Lección Magistral de Jaime Lamo de Espinosa leída en la apertura del curso académico 2020-2021 en la Universidad Politécnica de Madrid, bajo la presidencia del Rey Felipe VI.
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COVID-19 CURSO ACADÉMICO 2020-2021 DESPOBLACIÓN ESPAÑA
VACIADAJAIME LAMO DE ESPINOSA LA ESPAÑA
VACIADA BAJO LA PANDEMIA LECCIÓN MAGISTRAL PLAN DE RECUPERACIÓN Y RESILIENCIA UNIVERSIDAD POLITÉCNICA DE MADRID
JAIME LAMO DE
ESPINOSA. PROFESOR EMÉRITO DE LA ULAPM. MEDALLA DE HONOR DE LA UPM
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«Majestad
Me corresponde el inmenso honor de dictar, Señor, en Vuestra presencia esta lección de apertura del curso académico 2020-2021, de todas las Universidades españolas. Un honor que agradezco a mi Magnífico Rector por su invitación y un mayor honor porque sea bajo Vuestera presidencia.
Gracias Señor en nombre de esta mi Universidad y de todos los compañeros de docencia e investigación que hoy nos acompañan, los que nos siguen por vía digital y en el mío propio.
Majestad,
Celebramos en este curso el 50
aniversario de nuestra creación (1971), cuando se integraron en esta
Universidad muy diversas escuelas de ingenieros navales, minas, caminos, agrónomos,
etc.- cuya historia se remontaba, incluso en algunos casos, a casi dos siglos.
Concretamente, mi Escuela, hoy llamada de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y
de Biosistemas, fue creada en 1855, (con el nombre de Escuela Central de
Agricultura) bajo el reinado de Isabel II y la presidencia del Consejo de
Ministros del liberal General Espartero. Pero hubo otras más antiguas, como
esta de Caminos que nos acoge, que data de 1802.
Y en este medio siglo, la
Universidad Politécnica de Madrid se ha convertido en la quinta mejor
universidad del mundo en el campo de la Ingeniería Civil y es una de las dos
universidades españolas que se sitúan entre las 10 mejores a nivel global, en
algún área de conocimiento, según el ranking de Shanghai.
Hoy es pues un día de alegría para
todos nosotros, los politécnicos. Y por eso me ilusiona recuperar
las palabras que Ortega y Gasset[1] escribió
en el diario El Sol, hace 101 años, bajo el título “La fiesta de los
ingenieros” con ocasión de una Congreso Nacional que presentó a su
término un importante informe para la “reconstrucción” de España a
Vuestro augusto bisabuelo el Rey Alfonso XIII. Reconstrucción”, la
misma expresión bajo la que vivimos esta salida de la crisis económica
pandémica.
Ortega alababa la iniciativa
de quienes proponían presentar al Rey –cito literalmente- “un plan completo
de reconstrucción nacional”… y nos calificaba a los ingenieros como hombres
de ciencia y práctica técnica. No se equivocaba.
La pandemia
Sin embargo no puede ser un
día de fiesta cuando vivimos un momento trágico que nos genera la inmensa
pandemia que ha regresado. Una pandemia que no ha sido un suceso inesperado.
Por eso Nassim Taleb no lo considera como un “cisne negro”
porque era evitable[2].
Y además en la “Estrategia de Seguridad Nacional” española de 2017[3] se
auguraban epidemias y pandemias junto al cambio climático.
Pandemia que fue, por otra parte
anunciada, enumerando las antes ocurridas[4],
hace ya un lustro por mi ilustre compañero de cátedra de
Agrónomos, Francisco García Olmedo[5],
en un importante trabajo sobre zoonosis, donde, en uno de cuyos epígrafes,
titulado “La gran pandemia que viene”, ya nos hablaba del virus
SARS-COV.
Una pandemia que nos está cambiando
el modo de contemplar nuestra vida presente y futura. Hemos sido confinados, no
por bomba o ataques bélicos sino por el virus. Hemos paralizado la economía un
tiempo demasiado largo, lo que ha tenido ya efectos nefastos. Se anuncia ya por
todos los analistas un PIB demoledor para este año, más aún si este nuevo
rebrote acentúa duramente sus rasgos. Y nos ha aparecido una nueva forma de
trabajo, el teletrabajo, que está cambiando la visión del modo urbano de vida
de muchas gentes, donde nos transmitimos con enorme rapidez contagios y
muerte.
Un mundo urbano
Porque sí, vivimos en una sociedad
mundial donde la población urbana superó a la rural en 2008. Más de la
mitad, hoy, de los habitantes de esta aldea global vive ya en mega ciudades y
a menos de 100 km. de las costas… vaciando el interior.
Y estos procesos crecientes de
concentración urbana, al tiempo, nos han llevado a que Europa que era el
25% de la población mundial hace medio siglo, sea hoy sólo un 6%. Ya no
vivimos un mundo centroeuropeo. El centro es Asia. Más de la mitad de la
población mundial vive en el extremo oriental. Y eso ha hecho aparecer un nuevo
mapa post-europeo y geo-asiático del mundo. Y esas potencias demográficas
y económicas devienen potencia políticas y militares, como nos recuerda
el Real Instituto Elcano, que preside V.M.
La despoblación rural
En paralelo, mientras que eso
sucede, en gran parte de Europa, en España, Francia, Italia, etc. los
pueblos desaparecen, son abandonados o caminan hacia su extinción. Es la
“España vacía” de Sergio del Molino[6] o
la “España vaciada”.
La población española ha crecido en
un 38% en estos últimos 50 años. Pero al tiempo e inversamente, se ha
intensificado el proceso de despoblación geográfica en la última década.
Desde 2001, nueve de nuestras 17
Comunidades Autónomas decrecen. Y de los 8.000municipios que hay en España,
5.000 han perdido un 63% de población.
Son pueblos llenos de adioses de los
que se fueron…
Y no son los últimos. El INE asegura que más de la mitad, de los
municipios de toda España están amenazados de “extinción
demográfica”. Sí, un 80% de pueblos de 14 provincias están
actualmente en ese riesgo.
Densidad
Y a este grave problema hay que
añadir los derivados de la baja densidad de población, que dificultan la
prestación de servicios básicos. La densidad media en España es de 93
hab/km2, frente a la media europea que se sitúa en los 120 hab/km2.
Aún peor, casi 4.000 municipios
suman una densidad inferior a los 12,5 hab/km2, el umbral que la UE considera como de “riesgo demográfico”.
En lo que llamamos la Serranía
Celtibérica, que, ya en 1863, Fermín Caballero[7],
denominó como “cordillera celtibérica”, los profesores Francisco
y Pilar Burillo[8] de
la Universidad de Zaragoza, nos dicen que estamos en una densidad por
debajo de los 8 hab/km2. Con razón, esa Serranía es llamada ya la Laponia
del Sur.
Y lo más grave es que dicha
Serranía solo tiene 4 municipios por encima de 10.000 habitantes
(Cuenca, Soria, Teruel y Calatayud), mientras que en el resto de España hay
752. Y su área más paradigmática puede ser el viejo Señorío de
Molina de Aragón que Burillo define como el
«epicentro del mayor desierto demográfico de Europa»,
Envejecimiento. El invierno
demográfico
Y este vaciamiento se agravará si
pensamos que la población que queda es de edad muy avanzada. Somos
el país de la UE con la mayor esperanza de vida al nacer: 83 años. Sí.
En España ya hay casi 9 millones de mayores de 65 años, una de cada
cinco personas. Y tenemos más abuelos que nietos.
Pero este envejecimiento aparece más
concentrado en los pequeños municipios rurales. Aquí superan los 65 años,
uno de cada cuatro, en los de menos de 5.000 habitantes. Y casi el 15%, también,
alcanza los 80 años. Estas edades pronostican una reducción demográfica próxima
de alta intensidad. Mientras que en las ciudades de más de 50.000 habitantes,
su número se mantiene cuasi constante. .
Y como se van los que tienen fuerza
de trabajo a otros lugares de España o fuera -recordemos la emigración de los
años 60- esos municipios están sometidos de modo acentuado a lo que
denomina Michel Schooyans[9]
el “invierno demográfico”. Baja o nula natalidad, alta mortalidad,
emigración, crecimiento vegetativo negativo, densidad decreciente,
etc. La población española hoy solo crece por la inmigración… Nacen hoy menos
españoles que a finales del XVIII o que durante la Guerra Civil. Fue
profético Michel Rocard[10]
cuando en 1989 nos anunció: La mayor parte de los estados de
Europa llevan camino de suicidarse por la demografía.
Estamos, pues, ante una demotanasia notable.
Vacía o vaciada
Olvidemos ya los números y la parte
descriptiva y pasemos al diagnóstico.
Hoy, la España vacía es una dura
realidad. Pero ¿por qué hablamos de la España vaciada? Porque ha
habido políticas y fenómenos sociológicos que han inducido ese vaciamiento.
Porque la enseñanza –desaparece el maestro- se va de los pueblos pequeños a las
cabeceras de comarca; porque los jóvenes comienzan ya su “emigración personal”…
ven en la TV que hay más vida, otra vida, fuera del pueblo…; porque el médico
rural es sustituido por el centro ambulatorio u hospitalario a kms. de
distancia…; porque los bancos abandonan esos pueblos y sitúan cajeros…que años
más tarde eliminan…; porque los comercios cierran cuando la población
disminuye…; porque la conservación de las pequeñas carreteras comarcales
desparece…; porque las estaciones de ff.cc. próximas se cierran… no hay
usuarios…; porque no hay 3G ni fibra óptica…en suma, porque no hay mercado…ni
igualdad de dotaciones territoriales. Y por eso se han generado movimientos
ciudadanos – que van a más- en Teruel, Soria, Palencia, Zamora, etc. exigiendo
un trato justo e igualitario para sus provincias.
Pérdida de la cultura rural
Y perdemos población pero también
una veja cultura. La mayor parte de nuestra población ignora lo que fue y es la
vida rural. Y no la aprecia, como sí sucede en Francia. Miguel Delibes[11],
que nació hace un siglo, gran enamorado del campo de Castilla, donde vivió y
fue testigo de su tiempo, nos narró ya en 1950, en El Camino, cómo
el joven, casi niño, Daniel, “el Mochuelo”, abandona la escuela y el pueblo
para ir a la ciudad empujado por su padre que no lo quería por agricultor.
Y tenemos que leer a Abel
Hernández[12] con
sus dos ejemplares libros sobre su pueblo, Sarnago en Soria, abandonado ya hace
años, donde las campanas ya no suenan… Sarnago es para Abel Hernández como
Macondo para el Aureliano Buendía de Gabriel García Márquez[13]
o Comala para el Pedro Páramo de Juan Rulfo [14].
Porque sí, esos pueblos de la España
vaciada nos recuerdan el libro de Juan Rulfo, en el que las almas
sepultadas van contando entre susurros la narración de vidas fracasadas, de
hombres y mujeres olvidados, de renuncias, de alucinaciones… finales amargos y
fracasos ya irremediables.
Son las vidas de las gentes que se
fueron,… ¡Una cultura desaparecida! Sí, una cultura, una manera de vivir. Han
desaparecido las personas, los modismos y las formas de hablar, las canciones,
la forma de comunicarse…
Es, Señor, el final de una
cultura milenaria que requeriría ser actualizada y conservada por toda España.
Sería ésta una tarea cultural grandiosa. Insto una vez más, a la
Real Academia de la Lengua Española, a las Universidades, todas, y a los
Ministerios de Universidades, de Cultura y Deporte y de Agricultura para que de
consuno lleven adelante este gran proyecto de recuperación. Aquí no debe haber
diferencias sino trabajo conjunto. Y cuanto antes.
Majestad vuestra ayuda e impulso, la
ayuda de la Corona, sería muy decisiva en esta cuestión cultural tan
importante.
Ser agricultor
Porque lo malo es que este proceso
avanza día a día, por el nulo deseo de ser agricultor. Parece una profesión
antigua, obsoleta. Y sin embargo dos grandes potencias, EEUU y Rusia, apoyan su
economía en sus agriculturas. Las dos pelean por el mercado mundial de los
cereales y otras producciones. Y aplican políticas de conservación del sector
primario con más entusiasmo cada día. Ser agricultor es moderno en EEUU o Rusia
y anticuado aquí. ¿Cómo se explica?
Es cierto que la AEMET nos advierte
que España se calienta más deprisa. «El calentamiento no solo no cesa sino que
se está acelerando». Y, al tiempo, disponemos de menos agua que hace 50
años. Por eso los riegos son más y más necesarios para mantener una pujante
agricultura pero siendo más eficientes en el uso del agua. Esto se
recordaba[15] hace unas semanas (8 septiembre)
ante el Congreso de los Diputados, defendiendo la creación de 2,5 millones de
ha de nuevos regadíos lo que generaría unos 5 millones de puestos de
trabajo con positiva influencia en la fijación de población en el medio rural
en vaciamiento. Además de un conjunto de externalidades positivas de todos
conocidas.
En Europa
Pero es cierto que esto no solo está
ocurriendo en España. También en toda Europa con diferentes intensidades. La
preocupación en Francia por este mismo fenómeno de abandono poblacional es muy
superior a la española. Hasta el punto de que, nada menos que el propio
Presidente de la República, Macron , el pasado 14 julio, decía a los franceses
: “Doy las gracias a La Granja Francia” por el abastecimiento durante
los días duros de confinamiento y añadía: “Cuando uno es agricultor o
ganadero no es el demonio. Y anunció un Plan de Recuperación.
Francia, como se ve, sufre
pero no igual. Paris es menos atractivo para el campesino francés que Madrid
para el español. La Francia vacía, por eso, no es un problema tan agudo como el
español. Entre otras cosas porque goza de una excelente tasa de natalidad.
También Italia tiene este problema
y trabaja en esta dirección. La Agenzia
del Demanio (Agencia de Propiedad del Estado) está “regalando” edificios
históricos, castillos, grandes villas, etc., a través de para que
sean reconvertidos a la búsqueda de un turismo responsable y respetuoso
con la tierra y el medio ambiente.
Y aquí, en España, un pueblo como
Zucaina , en la provincia de Castellón con solo 172 habitantes,
ofrece un puesto de trabajo, con posibilidad de otro, y una casa en el pueblo,
para aquellas familias que tengan al menos dos hijos en edad escolar y a
cambio, los nuevos vecinos deben comprometerse a escolarizar a sus hijos en el
colegio público municipal. Otro factor que juega a favor de este pueblo es que
es una zona libre de coronavirus.
Soluciones
Y llegados aquí, las preguntas son:
·
¿Podemos
pensar que esa emigración rural ha sido causada por la decadencia de una
agricultura de escasa producción y bajos mercados ? y…
·
¿Caben
soluciones a este nuestro problema?
La respuesta a la primera es No. En
absoluto, es exactamente lo contrario. La modernización del sector agrario
durante los últimos 50 años ha sido tan intensa que ha hecho
posible que, en una situación de emergencia como la sufrida por la
pandemia, haya respondido con una potencia agroalimentaria impresionante,
sorprendente para muchos, capaz de mantener surtidos los lineales del país
entero y aún de exportar alimentos con una calidad de primer nivel. Hoy nuestro
Sistema Agroalimentario es de los primeros de Europa y somos los primeros
exportadores de muchos productos con una balanza comercial altamente positiva.
Y habrá que agradecer siempre a los integrantes de ese Sistema por la ayuda prestada
en aquellas duras hora de confinamiento.
Y, ¿caben soluciones? No soy
optimista. No veo cómo generar una contracorriente que restituya los
equilibrios territoriales y demográficos. No al menos en el corto o medio
plazo. Y no con la suficiente intensidad. Y no veo tampoco una ansiedad
sociológica nacional por frenar el proceso e invertir su tendencia.
Aquí está muy arraigado que marchar
del campo a la ciudad es un símbolo de progreso. Habría que hacer mucha
pedagogía política para revertir este paradigma en favor de su contrario. E
instrumentar un sinnúmero de decisiones políticas de alto coste presupuestario
difíciles de sumar, dado nuestros actuales niveles de gasto y déficit público.
El tema ha alcanzado tales niveles
que incluso en reuniones con el Defensor del Pueblo (27 noviembre 2018 y
siguientes), la Asociación de la Serranía Celtibérica, solicitó interviniera
ante el Gobierno de España para que fueran declaradas tales zonas en
situación de «Catástrofe Demográfica».
Pero algo está cambiando. El
teletrabajo se ha convertido en un importante aliado del mundo rural.
Ahora, las agencias inmobiliarias ofrecen casas y pueblos a
personas que quieren abandonar las ciudades huyendo del contagio del Covid-19 y
vivir mediante el teletrabajo. Son los nuevos “nómadas digitales”. Y es
que frente a la vida limitada y amedrentada de la pandemia en las grandes
ciudades se abre otra prometedora y libre en los núcleos rurales.
Hay miles de ayuntamientos esperando esa demanda. Esa es la nueva oferta rural
en esta dura coyuntura. El interés por la compra de inmuebles rurales y tierras
es mayor, siempre que su movilidad y su conexión digital esté asegurada por las
autoridades. ¿Será esta una tendencia constante? Lo ignoramos, pero no es mal
principio.
Por eso, sí creo que cabe incentivar
la actividad económica en esas poblaciones mediante la garantía de
determinados servicios públicos mínimos y necesarios. Y solo fondos
procedentes de la Unión Europea en virtud del Covid, en favor de un proyecto
nuevo, hoy inexistente, y una mejora en las ayudas de la PAC para estas zonas,
serían parte de la solución imaginable.
En este ámbito el Ministerio
de Agricultura, Pesca y Alimentación, está elaborando una Agenda de
digitalización para el sector. Esas poblaciones necesitan wifi en todas las localidades
porque un estudio de esta Universidad muestra que sólo el 40% de las zonas
rurales europeas tienen conexión de banda ancha.
Y a lo mejor, mirando hacia atrás ‒siempre
me gustó la época de Carlos III‒ podríamos incluso pensar en “ población
nueva para viejas poblaciones”. Dicho de otro modo, repoblar la España
vaciada con población inmigrante que acepte su nacionalidad con el compromiso
de su residencia rural por 10 años o más, como hicieron Olavide y Ward con la
implantación de colonos extranjeros en Sierra Morena en tiempos de Carlos III.
Y finalmente, en los
novísimos Planes de Recuperación y Resiliencia de la Unión,
donde se incluyen como grandes objetivos la transición ecológica,
la transición digital, la cohesión social y
la estabilidad macroeconómica, deberemos aprovecharlos para
llevar los servicios de banda ancha rápida en
todas las regiones y hogares rurales para facilitar el teletrabajo y la nueva
colonización de los urbanitas.
Para ello habrá que animar a las
autoridades, todas, a que generen bajo el máximo consenso y con
ánimo de coincidir, disposiciones contra la despoblación, exenciones fiscales a
los que se instalen y sus empresas, mejoren sus comunicaciones, reabran
escuelas y centros de salud, y ayuden a los jóvenes.
Los que quedan…
Y es preciso que tengamos esperanza
en esa recuperación si contamos también con los que quedan en la España vacía
esperando esas ayudas. Ayudémosles. Según Serranía Celtibérica, y cito
seguidamente de modo extractado, aunque son pocos, la España rural del
interior no está totalmente vacía:
- quedan quienes se han resistido a emigrar a las grandes ciudades,
- quedan los custodios del territorio, de su inmenso patrimonio natural
y cultural,
- quedan quienes cuidan los bosques para que sigan proporcionando el
oxígeno y relax espiritual
- quedan los guardianes de los pueblos para que los fines de semana y en
periodos vacacionales regresen quienes se han visto obligados a emigrar,
- quedan quienes aman el paisaje y el patrimonio cultural sin
distinciones ni barreras locales;
- quedan los agricultores y ganaderos que, aunque pocos, siguen dando de
comer a la España poblada y metropolitana,
- quedan quienes siguen rescatando para la posteridad los últimos
testimonios de la cultura milenaria del campesinado,
- quedan los que construyen desde las utopías realizables una Vida Rural
viva,
- quedan los que creen firmemente que con esperanza, alegría y
responsabilidad se podrá transformar esta realidad impuesta,
- Y quedamos todos aquellos que no viviendo en el campo, en el medio rural,
sentimos éste vacío muy cerca, muy próximo, muy nuestro, y nos duele este
abandono y luchamos frente a él.
·
Y termino
ya.
Majestad, Presidenta de la Comunidad
Autónoma, Magnífico Rector de la UPM, Sr. Ministros, Magnífico Rector
Presidente de la CRUE,
Para esos que quedan, que
quedamos, esperamos la ayuda de un gran Pacto de Estado que
al amparo de los Planes de Recuperación europeos y por un amplio consenso entre
partidos frene e invierta la tendencia actual.
Recordaba al inicio que Ortega
decía que somos los ingenieros “hombres de ciencia y práctica
técnica”. Si, lo somos. Y por eso ante un problema como éste o
ante otros, trabajamos uniendo ciencia y técnica para resolver problemas de
todas las ingenierías, más aún en el Postcovid, que precisa de la ayuda de
tantos expertos multidisciplinares.
Por eso el anuncio hecho por nuestro
compañero politécnico, el ministro de Ciencia e Innovación, de duplicar
la inversión en ciencia hasta el año 2027, solo puede llenarnos de satisfacción
y agradecimiento.
Y espero y confío que una parte de
esas investigaciones vayan en la línea de ayudar a resolver los problemas
ya comentados de esa España vaciada que aspira a recobrar su puesto en la
escala demográfica y económica española.
Nada más.
Gracias Señor».
―――――
[1] Ortega
y Gasset, José. La fiesta de los ingenieros. Diario El Sol.24.6.1919
[2] Nassim
Taleb. “El cisne blanco del coronavirus era previsible”. Entrevista en
Bloomberg.31.3.2020
[3] Estrategia
de Seguridad Nacional.2017.Presidencia del Gobierno.
[4]Así fue con
el brote del ébola, el VIH, la gripe aviar, el SARS y este COVID-19..
[5] García
Olmedo, Francisco. Las zoonosis o los asesinos naturales. CIENCIA. Nº 193. 2014
[6] Del
Molino, Segio. La España Vacia. Ed.Turner.2016
[7] Caballero,
Fermin. Fomento de la Población Rural de España.1863,
[8] Burillo
Mozota, Francisco y Burillo Cuadrado, Pilar. Estrategias frente a la
despoblación de la Serranía Celtibéricaen el marco de la política de cohesión
europea 2021-2027. Economía agraria y recursos naturales.Vol.19.Nº 1. 2019.
[9] Schooyans,
Michel. Le crash demographique. Paris. Le Sarment-Fayard.1999
[10] Rocard,
Michel. Conferences de famille. Paris. 1989
[11] Delibes,
Miguel. El camino. Ed. Destindo.1950
[12] Hernández,
Abel. Historias de la Alcarama, Ed. Gadir. 2008 y El caballo de cartón. Ed.
Gadir. 2009
[13] García
Marquez, Gabriel. Cien años de soledad. Ed Sudamericana.1965
[14] Rulfo,
Juan. Pedro Páramo. Ed. FCE. 1960
[15] Del
Rivero, Luis. Declaración ante la Comisión que estudia el proyecto de ley de
Cambio Climático y Transición Energética.8 Septiembre 2020. Congreso de
los Diputados.
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