martes, 7 de abril de 2020




El hombre bueno con Gabardina

Escrito por Antonio Parra, 13/03/2020 


Estoy seguro que muchos taranconeros no reconocerían a Gabardina por su nombre, José Miguel Ruiz Parra,  y eso  que fue alcalde de esta ciudad durante casi tres  años. José Miguel , además de taranconero de pura cepa,  y alcalde , fue un artesano extraordinario de instrumentos musicales de viento  y un gran  entusiasta de la música y de nuestra banda municipal donde tocaba  el trombón. Falleció el 7 de marzo, a los 77 años y  el funeral tuvo lugar el domingo en la parroquia de la Asunción. El Ayuntamiento decretó tres días de luto y las banderas ondearan a media asta durante las tres jornadas.


Presentación del Círculo Cultural Fernando Muñoz. 1973.


José Miguel Ruiz era un tipo corpulento al que seguramente la bastase una gabardina para resguardarse de la lluvia y el frio. Lo cierto es que se le veía, con frecuencia, utilizar esta prenda que hacía honor a su apodo heredado  de alguno de sus antepasados. Estaba emparentado con los herederos de ¨Teógenes Ruiz¨ y Dolores Ruiz, propietaria del estanco que había frente a la tienda de Zacarías y él nos contó en alguna ocasión que dos tíos abuelos suyos habían  participado voluntariamente en la Guerra de Secesión o guerra civil  estadounidense para luchar contra la esclavitud. Su amigos más cercanos, me cuentan que tenía mucha documentación sobre antepasados suyos y que una vez les enseñó, entre otras curiosidades la foto de un pariente italiano de su abuelo que fue un afamado cantante de ópera, Guidotti, y tenía un asombroso parecido con él.


Mitin. José García Barrios, y José Miguel Ruiz Parra.


Yo conocí a José Miguel  hace casi 50 años, en la primera reuniones políticas que el Círculo Cultural Fernando Muñoz y su  presidente Manolo González Bonilla "El Tripa¨ empezó a organizar en el Hotel Polo, al poco de morir el General Franco, y a las que asistíamos un grupo de jóvenes con inquietudes sociales  y algunas profesionales de  la policía que empezaban ya a dejarse ver y querer.

Fue miembro de la directiva de aquella asociación cultural y  uno de los fundadores del nuevo Partido Socialista Obrero Español, junto a Andrés Bermejo , Eladio Moya o Toni (el carpintero) que surgió en Tarancón con la Democracia. José Miguel  llegó a ser su Secretario General y , por una serie de carambolas, acabo también siendo Alcalde de 1985 a 1987. Finalizó un legislatura que se había iniciado con José García Barrios, arquitecto y primer alcalde socialista, que tuvo que dimitir porque prácticamente se quedó sin trabajo como arquitecto que era su verdadera profesión. Tuvo que correr la lista y así fue como José Miguel, aunque no le correspondía, acepto la responsabilidad de ser Alcalde de su ciudad.

Los años ochenta los pasé por mi profesión muy alejado de Tarancón pero mi amigo Pedro López Ocaña (Antona) recordaba estos días en Facebook que José Miguel dejó ¨una buena herencia para tan corto mandato¨: Finalizó la construcción del polideportivo cubierto ,la actual estación de autobuses y mejoró las naves del recinto Ferial. Reestructuró  todo el tráfico urbano con la colaboración del jefe provincial de tráfico que era de Tarancón, lo que permitió que se pudiese examinar  del carnet de conducir en Tarancón, y reorganizó la Policía Municipal, estructura que aún conserva. Consolidó y mejoró la Biblioteca Pública, y .organizó el importante y  abandonado Archivo Municipal con la convocatoria de la plaza de Archivero Bibliotecario, que ganó Jesús Garrido Gallego y que tanto está contribuyendo a la clarificación de numerosos hechos históricos del pueblo. Y durante su mandato encabezó él mismo la segunda gran manifestación junto con la Coordinadora Pro Ambulatorio, para exigir su apertura y puesta en marcha, consiguiendo finalmente que por fin se abriera el tan necesario Centro de Salud.


Mitin del PSOE. Primeras elecciones democráticas.

De su paso por la alcaldía solo recuerdo algunos comentarios soeces con los que  ¨señoras y señores¨ de  peluquerías y casinos ensuciaban su imagen contando chismes  como el de que ¨tenemos un alcalde que va a dejar cojos a todos los corderos de La Mancha¨. José Miguel siempre fue de buen comer y seguramente en sus comidas oficiales se pediría alguna, o más de una, rica y típica pierna de cordero. No lo sé ni me importa. Después de pasar por la Alcaldía, dirigió en Cuenca una Escuela Taller y finalmente se marchó a Madrid. Lo cierto es que no solo no estuve  cerca de él en esos años, sino que no lo había vuelto a ver hasta hace apenas unas semanas. Me lo encontré en un restaurante donde comía con su actual compañera y unos amigos de Madrid. No me dio tiempo a abrir la boca cuando empezó a elogiarme generosamente delante de sus amigos. Su bondad nunca tuvo límites, tampoco su humildad, su compañerismo  y su entrega. De su muerte me enteré fuera de Tarancón  y no pude asistir a su entierro. Un compañero suyo, socialista, me decía un poco enfadado que había echado de menos en el funeral a algunos ex-alcaldes  y a más compañeros socialistas, sobre todo del equipo de Gobierno actual.  Sí estuvieron José Manuel  López Carrizo y ex-alcalde, Raúl Amores.

Tienen razón mi amigo socialista, a los más jóvenes les falta memoria  y, en el caso de José Miguel, es  muy importante recordarlo porque fue Alcalde, Secretario General  del PSOE de Tarancón,  un socialdemócrata convencido desde antes de Felipe González, un artista considerado al que se le debe, valga como ejemplo,  el palo de metal del estandarte de El Caño Gordo que les fabricó y que permanecerá inalterable por los siglos, y por encima de todo un taranconero que estuvo dispuesto a arrimar el hombro por su pueblo generosamente, sin hacer ruido y en gabardina.


Fotografías de archivo facilitadas por Mariano Collado.




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