miércoles, 19 de julio de 2017







¿ESTUVO EN UCLÉS EL GERMEN DE LA
PRIMERA UNIVERSIDAD DE ESPAÑA?

Por Raúl Amores Pérez


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      Hace sólo unos días, me llegó por WhatsApp este artículo de Raúl Amores Pérez, con un cortísimo preámbulo: "Por si es de tu interés".
      Durante los casi cuarenta años que he aprendido y ejercido el oficio de impresor y después de haber imprimido muchos libros y artículos sobre Uclés y la Orden de Santiago, era la primera vez que leía algo parecido. Lo releí con fruicción y pensé que no era justo que sólo unos pocos privilegiados conociésemos esta exhaustiva y concienzuda investigación. Inmediatamente, le escribí pidiéndole permiso para publicarlo en nuestro blog para que tuviese al menos, una difusión comarcal, aunque me consta por las visitas, que ya lo leen ciudadanos de muchos lugares de España.
      Espero que sea de vuestro agrado y os sorprenda tanto como a mí me sorprendió.


P. López Ocaña
En Tarancón: Opinión y Cultura


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      Hace poco que hemos terminado el curso escolar, por lo que quizá sea bueno que traigamos este tema a colación, de cara al inicio del curso que viene.

 ¿Por qué nunca oímos nada sobre que, quizá, es en nuestra tierra, precisamente, donde germinó la idea de crear la primera Universidad de España o “Studium Generale”?

¿Por qué, en una tierra que supo aglutinar los saberes de las tres religiones, rescatarlos y difundirlos por toda Europa, no se pone en valor que también, aquí, quizá, y siempre digo quizá, se creó el principio impulsor, con el apoyo real, para que pudiera surgir la primera Universidad española?

¿Universidad? o ¿Escuelas?...  ¿En Uclés? ¿En 1179?

Este interrogante surgió en mí (y en algunos otros) y se mantiene (¿o no?), por un enigma curioso que apare en el Fuero de Uclés, de 1179, que señaló que “Et posada non prendat scolano a forçia in casa de clerigo nec de cavallero”.

¿Escolanos en Uclés en 1179?

¿Qué significa “escolano”? ¿Qué consecuencias podemos deducir de ello?


PERO, ¿QUÉ ES UN “STUDIUM GENERALE”?

Cuando hablamos de “Studium Generale” no estamos disertando sobre una seudo-Escuela Palatina o Aula Regia, como la que todas las cortes reales tuvieron desde la época visigoda para educar a los infantes e hijos de los nobles de la corte, siempre itinerante, como la propia corte, y que pervivió hasta el renacimiento.

No reflexionamos sobre la creación de una seudo-Escuela catedralicia o episcopal, raíz y pilar sustentador de las Universidades, con fines estrictamente formativos en materia religiosa, porque Uclés siempre dependió del obispado de Cuenca.

No hablamos de una Escuela Urbana o Local como la que muchos municipios tuvieron, dedicadas a enseñar las primeras letras suficientes para saber leer y escribir. No, porque, entre otras cosas, sabemos que el rey Sabio marcó muy bien las difrencias entre el “Studium Generale” y el “Studium” local: en el primero hay “maestros de las artes así como de gramática, e de lógica, e de retórica, e de arismética e de geometría, e de astrología (...),  maestros de decretos, señores de leyes...” (esto es, maestros para cada una de las enseñanzas generales de las Facultades, incluidas teología derecho y/o medicina) y en el segundo sólo nos encontramos con un maestro que en una villa enseña a unos pocos escolares. 

Por tanto, estamos considerando, para nuestro caso, al decir “Studium Generale”, un lugar fijo y concreto para la enseñanza, sin itinerancia ni al calor de una catedral o convento (en Uclés), dirigida ésta abiertamente a la recepción de escolares (fundamentalmente hijos de caballeros y nobles, pero no sólo) de todas partes del reino pero exclusivamente de la Orden (no sólo de la localidad o entorno), donde se enseñan las artes liberales y alguna disciplina superior (sin poder determinar si derecho romano y canónico) por parte de diversos magistros (a ser posible uno por materia, no necesariamente clérigos sino también legos; no necesariamente cristianos, sino también judíos y árabes).

Posteriormente, a lo largo del siglo XIII se irán adhiriendo nuevos elementos a las características del “Studium”, generando así las primeras universidades propiamente dichas, con el concepto de apertura a los estudiantes de cualquier país, con “licentia ubique docendi”, con estatutos propios para los estudiantes y maestros, etc. Pero este no es nuestro caso, pues estamos haciendo mención a un período concreto: el último cuarto del siglo XII, en unas tierras donde no existía la tradición de organización y enseñanza de los estudiantes boloñeses, dedicados al derecho, o de los maestros parisinos dedicados a la teología, aunque se optara finalmente en España  más por el modelo primero, dada la necesidad de formar juristas y letrados.

La regulación en Castilla de quién podía crear un “Studium Generale” (esto es, una Universidad) fue determinada mucho después, en el siglo XIII, en las “Siete Partidas” de Alfonso X el Sabio (Segunda Partida. Título XXXI: "De los estudios en que se aprenden los saberes, e de los maestros e de los escolares", Ley 1): “debe ser establecido por mandado de Papa, o Emperador o de Rey”.  

A Uclés, lógicamente, no se le puede exigir cumplir con un requisito que fue creado a posteriori de la fundación de su –posible- “Studium”, pero aún así, será originado por mandato real, cumpliendo con uno de los futuros preceptos.  En efecto, se ha señalado que fue Alfonso VIII, a finales de la década de los 70 del siglo XII (casi cien años antes de esta Ley), quien en Uclés, tras el cerco para la conquista de Cuenca, y a petición del primer maestre de la Orden, D. Pedro Fernández de Castro, creará el primer “Studium Generale” de España.

Como nos recuerda el profesor Álvarez de Morales
«Este nombre [de ‘studium generale”] no tiene inicialmente una significación técnica o legal. Inicialmente ‘studium generale’ es fundamentalmente una frase descriptiva, el ‘studium’ indica una escuela organizada para facilitar el estudio y ‘generale’ se refiere a la naturaleza general o universal de los sujetos que en él estudian no sólo por el número de ellos, sino por la habilidad de la escuela para atraer estudiantes de diversas regiones».[1]

Esta afirmación la crítica suele pasarla por alto, o no apreciarla, o despreciarla por considerarla incierta. Más aún si, además, alguien tiene el atrevimiento de manifestar que de este “Studium” quizá surgieron importantes hombres letrados para la corte, y que se constituyó en el motor fundamental para la creación de la Universidad de Palencia, tiempo después, se le tacha de inculto.

Nosotros, aunque partimos de la afirmación de que, efectivamente, Uclés no fue la primera “universidad” de España, quizá sí que pudo ser “el huevo y la gallina” que motivara y ocasionara la decisión de la puesta en marcha de la  primera “universidad” española.


¿POR QUÉ EN UCLÉS Y CUÁNDO?

La localidad de Uclés, obtenida mediante acuerdo por el rey Alfonso VII de Castilla y León con el rey Lupo de Valencia y Murcia, en 1157, y dada en depósito inicialmente por el rey de León Fernando II a la Orden de San Juan, será cedida después por el rey castellano Alfonso VIII, “sedendo seniorem de suo regno dompno Alfonso VIII dedit Ucles ad magister P. Fernandez et ad fratribus suis ex Militie Sancti Iacobi, et dedit illam eos per hereditate”[2], el 3 de enero de 1174 en Arévalo[3], a la recién creada Orden de Santiago, pasando a ser esta localidad cabeza de la de la misma (“caput ordinis”), una vez que fue investido como Gran Maestre Pedro Fernández y confirmada la Orden por el papa Alejandro III el 5 de julio de 1175.[4]

Este hecho es muy importante, dada la nueva perspectiva y situación que se originará con el cariz de desplazamiento de los intereses de la Orden, desde León y las tierras extremeñas a Castilla, Uclés y las tierras manchegas. En efecto, como se recoge en la bula del papa Alejandro III, en tierras castellanas la Orden ya disponía de las tierras de diversos municipios de la parte sur de Madrid y Guadalajara, expandiéndose hacia la provincia de Toledo y Cuenca, a un lado y otro del Tajo: Alfarilla, Oreja, Mora, Villarejo de Salvanés, Estremera, Alcázar, Almodóvar, Larunda, La Zarza... Es decir, desde la confluencia del Jarama y el Tajo hasta Hontígola, y desde aquí, por Ocaña hasta Alharilla y la unión del Tajo con el Jarama. Desde estos territorios luego se expandió hacia el Este: Cuenca y Albarracín; al Sur: Zafra, Alarcón, Alconchel, y después al suroeste buscando las tierras andaluza y murcianas. Todo ello, como decimos, buscando nuevos territorios en tierras castellanas en detrimento de las leonesas y portuguesas, como fue su origen.

Lo cierto es que, una vez tomada posesión de Uclés a finales de enero de ese año 1174, y consagrada su iglesia a Santiago por el arzobispo de Santiago de Compostela el 26 de febrero, esta villa y castillo será el referente para la Orden y los nuevos caballeros que se le iban incorporando. Es así como esta localidad, a través de su Gran Maestre y con el favor del Rey Alfonso, creó  entre el año 1174  y el año del otorgamiento de Fuero a sus vecinos, en  1.179[5], el posible “Studium Generale”,  fecha bastante anterior a la de la creación en Palencia de su “Studium Generale”, por decisión real, del mismo modo como lo serán las siguientes.

Y establecemos para Uclés esta fecha, entre 1174-1179, para la creación de su “Studium”, porque será en ese fuero de 1179 donde se haga referencia a sus escolares.

Consecuentemente, el de Uclés, de creación más temprana que el de Palencia, será quien inspire a éste, pues fue reconocido eclesiásticamente en 1208 y civilmente en 1212 por Alfonso VIII, para adquirir la condición de  universidad en 1220 con la bendición del papa Honorio III; y que éste, a su vez, fue modelo para el de Salamanca, en 1218, por deseo de Alfonso IX, pasando luego a ser considerado definitivamente como “Universidad” por decisión de Alfonso X en 1254 y Alejandro IV en 1255;  así como el ‘Studium’ de Valladolid creado en 1224 será considerado Universidad en 1264 (por Castilla, que no por el papado, que sólo tras insistir Alfonso XI consiguió bula papal de Clemente VI, el 31 de julio de 1346, y sólo como ‘studium’ en el que se “enseñasen todas las Facultades, excepto la de Teología”, por lo que en la bula se califica al ‘studium’ como “particular” )[6], o el studium de Valencia que fue concedido por el papa Inocencio IV, etc.

Dice al respecto A. Rucquoi que:
«La fundación del ‘estudio general’ de Palencia hacia 1180 por Alfonso VIII, la fundación de la universidad de Salamanca en la época de Fernando III y Alfonso el Sabio, y luego la de Valladolid por Alfonso el Sabio se inscriben pues dentro de la larga tradición del ‘rex magister’. En la Península ibérica, la educación es el deber del rey, no de la Iglesia. La universidad de Palencia estuvo a punto de desaparecer durante los años de guerra civil que marcaron el corto reinado de Enrique I (1214-1217), y fue restaurada a partir de 1220 por el obispo de la ciudad, Tello Téllez de Meneses, quien le dio una orientación distinta, más cercana al modelo parisino. Las artes, la lógica, la filosofía y la teología predominaron en esta segunda etapa del ‘studium’. Pero la muerte del obispo y los problemas surgidos entre sus sucesores, el rey y los vecinos de la ciudad acabaron con la vida del estudio en los años 1260. Palencia se encontraba, en 1180, en Castilla. Hacia 1218, cuando la guerra civil parecía haber destruido el ‘studium’ castellano, el rey de León Alfonso IX creó en Salamanca otro "estudio". La recuperación de Palencia, sin embargo, no le permitió florecer y, en 1243, Fernando III tuvo que recrear el ‘studium’ de Salamanca, concediendo a sus maestros y estudiantes diversos privilegios de exención. El 8 de mayo de 1254, Alfonso X concedió solemnemente unos estatutos a la que llamó "universidad del estudio" de Salamanca y consiguió del papa Alejandro IV en 1255 que le diera la ‘licentia ubique docendi’, la autorización a sus doctores de enseñar en cualquier universidad de la Cristiandad (...) El mismo Alfonso X instituyó además ‘studia’ en varias otras ciudades de su reino, con una orientación precisa: el derecho en Valladolid - donde el ‘studium’ fue probablemente fundado hacia 1255-1260 -, en Sevilla el árabe y el latín, en Murcia las artes y la medicina. Sólo sobrevivió durante la Edad Media el ‘studium’ de Valladolid que, a finales del siglo XIII, tenía el título de ‘studium generale’, o sea de universidad y recibió, en 1346, el privilegio papal de la ‘licentia ubique docendi’».[7]


¿POR QUÉ SE DECIDIÓ CREAR EL “STUDIUM” DE UCLÉS?

Detalló sobre esta cuestión el padre T. Minguella, a principios del siglo XX, que:
«(...) viéndose España poco menos que precisada a tener que servirse de extranjeros para el desempeño de embajadas fuera del Reino, a veces para el régimen espiritual de la diócesis y para el manejo y acertada dirección de la Real Cancillería, como lo prueban los nombres de Hugos, Geraldos, Arnaldos y otros que por aquellos tiempos eran frecuentes en la expedición de las Cartas Reales. Un sentimiento de dignidad comenzó a despertarse a mediados del siglo XII, y se pensó en crear escuelas de artes liberales donde, sin dejar la noble y entonces necesarísima profesión de las armas pudiesen adquirir otros conocimientos a fin de que surgiese personal idóneo para el desempeño de los más importantes cargos de la Nación.
Uno de los que fomentaron y vulgarizaron esta hermosa idea de la educación colegiada de la juventud fue el venerable Maestro fundador de la Orden Militar de Santiago, D. Pedro Fernández, que, aprovechando la circunstancia de hallarse reunidos muchos Prelados y magnates del Reino con ocasión del cerco de Cuenca, habló calurosamente en favor del proyecto y halló a todos, como no podía [ser] menos, dispuestos a secundarlo y realizarlo. Desde luego convinieron en fundar escuelas en Uclés para los hijos de los Caballeros y uno de los primeros Maestros elegidos para aquella empresa fue nuestro D. Arderico, que, según dice Agurleta, era a la sazón individuo de aquella egregia Orden, y en quien brillaba un gran caudal de ciencia y vastos conocimientos».[8]


CLÁUSULA DEL FUERO DE UCLÉS HACIENDO REFERENCIA A LOS ESTUDIANTES.

Este López Arguleta mencionado, en el s. XVIII, dedicará en su obra “Vida del venerable fundador de la Orden de Santiago“, sendos capítulos sobre el “Fuero y leyes de Uclés como villa y como Universidad” (el cap. XXXI) y “De los primeros discípulos de las Escuelas de Uclés” (cap. XXXII).   En ellos sostiene que:
«Y por ser Uclés ya villa, con escuelas y escolanos o estudiantes, hijos de Grandes y de los más poderosos del Reyno, capaces de hacer fuerza a sus vecinos, puso la Ley siguiente: "et concedo vobis vostras casas, et vostras heredades; e posada non prenda escolano a forcia in casa de clerigo, nec de cavallero. Et senior de villa non prenda nulla casa a forcia, nisi de suo comparata".
Esta Ley es el principal Privilegio de Estudiantes, en villa destinada para Universidad; pues dexando libres las casas de clérigos y de cavalleros, podían elegir posada en qualquier otra casa, lo qual no podía el Señor mismo de la Villa. Confirmó y alabó esta Ley, con las demás del Fuero, el Noble Rey Don Alfonso en Toledo el mes de marzo de 1179. Y con él también la confirmaron los tres principales de su corte: Roy Gutierrez, su Mayordomo; Gómez Garcia, su Alférez; y Pedro de Arazur, ricohombre, y uno de los sabios de su reino, aunque aragonés de origen. Y assí esta Ley o Privilegio es el que se estendió y comunicó a otras universidades, que después se fundaron, porque en este año no havía otra en España, siendo nuestro don Pedro el primero en ella, a quien los doctos hijos de sus universidades deben tan honrado y provechoso pensamiento". [9]

Esta línea argumental la mantendrá Guillamas, en el siglo XIX, añadiendo que:
«El fuero de Uclés fue dado por el Rey de Castilla y su mujer la Reina Doña Leonor en 1179, y en él se dice, que por ser villa con escuela y escolanos o estudiantes, hijos de Grandes y de los más poderosos del reino, les puso cierta ley como principal privilegio de estudiantes en villa destinada para universidad, cuya ley confirió y alabó con las demás del fuero el noble Rey Don Alonso, en Toledo el mes de marzo de dicho año de 1179, y fue estudiada y comunicada a otras universidades que después se fundaron, porque en dicho año [no] había otra abierta en España; siendo el primero en ella Don Pedro, a quien los doctos hijos de sus universidades deben tan honrado y provechoso pensamiento». [10]

Y de la que se hará breve eco nuestro paisano recién fallecido, Dimas Pérez Ramírez:
«de modo que era villa de estudiantes y no de cualquier clase, sino precisamente de nobles, puesto que puede tener posada en ella cualquier estudiante o escolano en la casa que más le conviniere, no siendo de clérigo o de caballero (...) No cabe duda de que por lo menos unos estudios generales de aquellos que fueron el fundamento de muchas universidades sí que puede admitirse que se trató de implantar en Uclés».[11]


¿CON QUÉ ESCOLARES CONTÓ UCLÉS?

Creado el “Studium Generale”, ¿con qué escolares contó?  A decir de Gallego Blanco, resumiendo lo expuesto por López Arguleta:
«Algunos magnates enviaron a sus hijos a ser educados a Uclés. Este fue el caso de D. Gonzalo de Marañón[12], D. Rodrigo Gutiérrez y D. Tello Pérez. Los tres hijos de Gonzalo de Marañón entrarán luego en la Orden [de Santiago], y uno de ellos se convirtió en el sexto maestro. El Maestro Fernando González de Marañón (1206-1210)[13] intercambió una muy curiosa correspondencia con el Papa Inocencio III. De los seis hijos de Rodrigo Gutiérrez, Mayordomo del rey, Gutierre Ruiz se convirtió en Canciller de Castilla en 1183, entonces obispo de Segovia, y murió en la batalla de Alarcos en 1195. Su hermano Alvaro Ruiz entró en la Orden y se le dio un puesto de Tesoro. Los otros dos hermanos, Gonzalo y Rodrigo, también llegaron a ser prominentes hombres en la corte. El primero fue Mayordomo [real] como su padre, y el segundo será Canciller de Castilla, peleando con su ex-compañero de clase de Uclés, D. Alvaro de Lara. D. Tello Pérez también educó a sus cinco hijos en Uclés. Uno de ellos, Tello Pérez se convirtió en obispo y reformó el Estudio General de Palencia, que más tarde será trasladado a Valladolid.
Es evidente que Uclés se convirtió en la sede de un estudio general. Cuando D. Pedro Fernández, primer maestro y fundador de la Orden, dio un fuero a Uclés  en 1179, éste incluía una cláusula respecto a los estudiantes. Esta cláusula tendrá una continuación dichosa, ya que fue adoptada por todas las constituciones de las universidades españolas que fueron fundadas después. En 1185, un año después de la muerte de D. Pedro Fernández, el rey Alfonso VIII decidió fundar un estudio general en Palencia. Él eligió para organizarlo al obispo de la ciudad, D. Arderico, ex profesor en Uclés».[14]


 ÉXITO INICIAL DE LAS ESCUELAS DE UCLÉS.

La creación de estudios en Uclés dice J. López Argurleta que fue de tal magnitud que
  'llegó a ser estrecho campo el de Uclés a los pocos años para deseosos de letras, aun de solos hijos de Grandes y Cavalleros de la Orden, sin poderse dexar de admitir también algunos del Reyno de León'. Y  assí el año de 1185, siguiente al que murió D. Pedro, teniendo el Rey la Semana Santa en Uclés, se dieron las Providencias, ya antes meditadas, de poner Escuelas más Generales en Palencia, ciudad capaz y puesta entre los Reinos de Castilla y León. De esto parece haberse encargado Dn Arderico, Maestro primero en Uclés, y Obispo recién trasladado de Sigüenza a Palencia, y D. Fernando Díaz, antes Comendador de Uclés y Maestre sucessor de Don Pedro (...) No fue esto traslación de Escuelas, porque en Uclés prosiguieron las de Armas y Letras; pero débense a uestro don Pedro, en él y en estos dos hijos, Don Arderico y Don Fernando, los principios, frutos y progressos de unas y otras." [15]


BREVEDAD DE LAS ESCUELAS  DE UCLÉS.

¿Por qué desapareció el “Studium Generale”? Quizá, a decir de algunos, porque ni llegó a constituirse, puesto que quien se dice que fue el cabeza de los profesores del ‘Studium’ de Uclés, Arderico, supuestamente daría clases durante tan solo ¿tres, cuatro meses?, pues inmediatamente pasó a ser Obispo de Sigüenza (1178-1184)[16], y luego de Palencia (1184-1208)[17].
Y será en su última diócesis, en la tierra que le vio nacer, pues según el padre Minguella era natural de Frómista[18], donde promueva la nueva universidad palentina, apoyándose en la escuela catedralicia, primero, e impulsada luego por su sucesor, el obispo Tello Téllez. Así, entre éste y el nuevo Comendador de Uclés, el Maestre de la Orden D. Fernando Díaz, apoyados por el magister de la cancillería alfonsina D. Gerardo (arcediano también de Palencia y notario real entre 1178 y 1184) se hará desaparecer la idea de creación de un  “studium” ucleseño en pro del nuevo palentino[19], donde, a decir del arcediano de Alcor, Alonso Fernández de Madrid, estudiaron santo Domingo de Guzmán y san Julián de Cuenca.
De hecho, con el beneplácito del rey y su apoyo, como señala el arzobispo Jiménez de Rada, éste hizo traer a sabios de las Galias y de Italia a Palencia, para que nunca faltara en su reino el culto del saber:
"sapientes a Gallis et Ytalia conuocauit, ut sapiencie disciplina a regno suo nunquam abesset, et magistros omnium facultatem Palencie congregauit, quibus et magna stipendia est largitus, ut omni studium cupienti quasi manna in os influeret sapiencia cuiuslibet facultatis"
(esto es: “Hizo buscar a sabios de las Galias e Italia para que el culto del saber nunca faltara en su Reino, y reunió en Palencia a los maestros de todas las materias (omnium facultatum), a los que concedió amplias remuneraciones (magna stipendia) para que la sabiduría de cualquier materia fluyera como el maná).
 [Jiménez de Rada´, Rodrigo. De rebus Hispaniae. Liber VII, Cap. XXXIV., ed. J. Fernández Valverde, Historia de los Hechos de España. Madrid: Alianza, 1989, pág. 302].  
Estos nuevos maestros, más al menos los ocho existentes en el Aula Catedralicia, harán desaparecer la Universidad de Uclés, teniendo una máxima expresión con la reforma del obispo Tello Téllez[20] .
Mas luego, como le pasó a Uclés, con Alfonso X se trasladarán los intereses universitarios de esta localidad a Valladolid, perdiendo Palencia también su capacidad docente[21].


RECHAZO A LA EXISTENCIA DE ESTE ‘STUDIUM’ EN UCLÉS.

G. Martínez es uno de los que más firmemente rechazan la existencia de un “studium” en Uclés. Taxativamente nos señala que “la supuesta existencia de unas Escuelas o Estudio General en Uclés” es radicalmente incierta, pues se basa en diversos argumentos no veraces, fundamentalmente en que el Fuero de Uclés hace mención a escolares, empleando el término “scolano”. Según él, de este texto, que está presente también  en el fuero de Carcastillo, copiado a su vez del fuero de Medinaceli, alrededor de la década de los 40 del siglo XII, nadie deduce que el término “scolanos” haga referencia a la existencia de ningún “Studium” tanto en Carcastillo como en Medinaceli, por lo que  este “scolano”

«desde luego no era un escolar, puesto que el hospedaje en casa de peón se limitaba a tres días. Resulta evidente que de este artículo del fuero de Uclés no cabe deducir la existencia de ningún ‘Estudio General’ en la villa.
Además en ningún documento de la Orden de Santiago del siglo XII, ni más en concreto en los de la encomienda de Uclés, documentación por otra parte hoy bien conocida, ha quedado la menor huella de la existencia de un Estudio General, ni de la presencia de estudiantes tanto en la villa como en el convento de Uclés, aunque no negamos que en ese convento como en cualquier otro monasterio del reino podrían haberse formado los freires clérigos de la Orden. En este caso hipotético estaríamos ante una escuela interna conventual, como las de otras varias docenas de conventos y monasterios, escuela que en modo alguno puede ser calificada como Estudio General o Universal».[22]

Pero a esto tenemos que hacer algunos reparos:
1)      no tiene en cuenta G. Martínez que a Carcastillo le fueron otorgados los mismos fueros que a Medinaceli, «sin hacer más variaciones que la de poner en lugar de Medina, ‘Carcastello’. Prueba esto, uno de los párrafos que dice: ‘Forus senior Aznar Aenarez e su generación per foro de Medina, así es foras Gonzalbo Munnez e suos filios qui populaverint Medina’; y la conclusión: ‘Talem fuero, quale in ista carta est scriptum, talem habemus nos concilio de Medina... Elber era alcait de Medina quando fuit ista carta scripta’ [es decir, habiéndosele olvidado al copista sustituir Medina por Carcastello]».
[Cfr.: Muñoz y Romero, Tomás. Colección de fueros municipales y cartas pueblas de los reinos de Castilla, León, Corona de Aragón y Navarra. Madrid: José María Alonso, 1857, pág. 470].
2) Que el fuero de Uclés es heredero del de Sepúlveda, no del de Medinaceli.
3) Que según indicó I. Jordán de Asso, “En el año 1179, por mandado del rey don Alonso el noble, dio fueros a la villa de Uclés el primer maestre de la caballería de Santiago don Pedro Fernández, según lo expresa Agurleta en su vida[23], ‘Appendice’, pág. 35, del qual trasladó esta noticia Bernabé de Chaves en la alegación por el dominio solariego de aquella orden[24], fol. 31 y 32; añadiendo que le comunicó este mismo maestre a la villa de Extremera, y después su sucesor don Sancho Fernández a la de Fuente del Sauco a 6 de los idus de setiembre de 1194. Por esta regla, habiéndose concedido a los vecinos de Uclés, después de varias exenciones particulares, el fuero de Sepúlveda, como se expresa en aquella escritura, es consiguiente que se extendiese este mismo a las dos villas de Extremera y Fuente del Sauco”.[25]
Por tanto, se concedió el mismo fuero de Uclés a diversos lugares conquistados por la Orden, en años sucesivos: Estremera, antes de 1184, puesto que se lo dio Pedro Fernández[26]; Fuente el Sauco, en 1194, por el maestre Sancho Fernández[27]; Huélamo, entre 1206-1210, por el maestre Fernando González de Marañón; Montealegre, entre 1217 y 1221, por el maestre Martín Peláez; etc... Y en ninguno de ellos se hace referencia a los “escolanos”.

Pero para nosotros, no hay tal “evidencia”, de que cuando se habla de “scolano”, no es un escolar.  Porque, se quiera o no, el término “escolano” procede de ‘escuela’ (del lat. schola, 'lección', 'escuela', y éste del gr. schole,  'estudio', 'escuela').

A  este respecto ya señaló Amador de lo Ríos que
«tenemos la comprobación de este aserto [se refiere a las prerrogativas y privilegios de los escolares] en los fueros y cartas pueblas; en el fuero de Carcastillo (Navarra), dado por Alfonso el Batallador en 1129, se lee por egemplo [sic]: “Escolano non prengat posada abirto en casa de cavallero: in casa de pedón [criado], III noctes”. En el de Uclés, más conocido, se dice: “Posadas non prendat scolano á forcia in casa de clérigo nin de cauallero”. Fué otorgado por el maestre de Santiago don Pedro Fernández en 1195 [sic]. De estos datos, que pudieran multiplicarse fácilmente, se deduce que, así en Castilla como en Navarra y aun Aragón, gozaban los escolares de ciertos privilegios, siendo en verdad sensible que no se hayan publicado ó acaso trasmitido á nuestros dias las cartas, cédulas ó fueros en que más ampliamente se consignaban.» [28]

Así, pues, amigo lector, dejo a su libre albedrío e investigación el que pueda decidir si el primer germen universitario se generó en UCLÉS, si hubo o no “escolares” en ella, como mantuvo hasta hace poco nuestra población vecina en su convento... o no.




[1] Álvarez de Morales, A. “La universidad y sus denominaciones”, in Pesset, Mariano (coord.). Universidades españolas y americanas: época colonial. Valencia: CSIC-Generalitat Valenciana, 1987, pág. 57.
[2] Cfr.: Martín, José Luis. Orígenes de la Orden Militar de Santiago (1170-1195). Barcelona: CSIC-Anuario de Estudios Medievales, Anejo 6, 1974, pp. 241-242, documento 66.
[3]Ego itaque Ildefonsus, Dei gratia Yspanorum rex,  una cum uxore mea Alienor Regina (...) dono et concedo Deo et vobis Petro Ferrandi, Iacobitane Milicie magistro, et universis eiusdem militibus presentibus atque futuris, Vcles cum castello et villa, cum terris”. AHN, Archivo de Uclés, carp. 338, doc. 1 TMC, Lib. 1, doc. 1, pág. 15.
[4] Cfr. la bula de aprobación y confirmación de la Orden de Santiago: AHN, Ord. Milit., Arch. De Uclés, caj. 1, núm. 4.
[5]Ego Magister Petrus Ferrandi, ex Milicie Iacobi una cum fratribus meis et voluntate et iussu nostri regis Aldefonsi et uxoris eius Alienoris, facio paginam testamenti ad vos omnes habitantes in Vcles, tam presentibus quam futuris, de Foro optimo propter amorem Dei, et sic dono vobis et confirmo tale Foro”. TMC, Lib. 2, doc. 22, pp. 154-160.
Está perfectamente estudiado y reproducido el fuero en diversos lugares. Cfr.:
Rivera Garretas, María Milagros. La encomienda, el Priorato y la villa de Uclés en la Edad Media, 1174-1310. Madrid: CSIC, 1985, pp. 234 y ss.
Martín Rodríguez, José Luis. “Los Fueros de la Orden de Santiago en Castilla La Mancha”, in Alvarado Planas, Javier (coord.). Espacios y fueros en Castilla La Mancha (siglos XI-XV): una perspectiva metodológica. Ponencias del III Simposio de Historia de Castilla La Mancha, 1994. Polifemo, 1995, pp. 195 y ss.
[6] Alcocer, Mariano (ed.). Historia de la Universidad de Valladolid, transcrita del "Libro de Bezerro" que compuso el R. P. Fray Vicente Velázquez de Figueroa. Valladolid: Imprenta Castellana, 1918, pp.IX y XV.
[7] Rucquoi, Adeline. “El deber de saber: la tradición docente en la Edad Media castellana”, in Mazín Gómez, Óscar A. México en el mundo hispánico (coord.) Zamora, Michoacán: El Colegio de Michoacán, 2000,  pp. 320-321.
[8] Minguella y Arnedo, Toribio. Historia de la diócesis de Sigüenza y sus obispos. Vol. I. Madrid: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1910, pp. 134.
[9] López Agurleta, José. Vida del venerable fundador de la Orden de Santiago y de las primeras casas de redempción de cautivos. Madrid: Bernardo Peralta, 1731, pág. 148.
[10] Guillamas, Manuel de. De las Órdenes Militares de Calatrava, Santiago, Alcántara y Montesa. Madrid: José Villeti, 1832, pág. 381.
[11] Pérez Ramírez, Dimas. Uclés, último destino de Jorge Manrique. Uclés: Seminario Menor Santiago Apóstol, 1979, pág. 64.
[12] El conde D. Gonzalo de Marañón (1141-1178), alférez de Alfonso VII y Alfonso VIII, casó con Doña Mayor García de Haza. Ésta era hija de don García Garcés de Aza, 6º Señor de Aza, Alférez Mayor de Castilla, ayo y tutor de Alfonso VIII, y de doña Sancha, hija a su vez de la infanta de Portugal doña Urraca y del conde de Trava y Trastamara, don Bermudo Pérez. Doña Mayor García, por tanto, fue tía de santo Domingo de Guzmán, puesto que éste nació de Juana (García) de Aza (hermana de esta doña Mayor) y de Félix Núñez de Guzmán, hijo de Ruy Núñez de Guzmán, señor de Guzmán, de modo que santo Domingo de Guzmán y el 6º Gran Maestre de la Orden de Santiago, Don Fernando González de Marañón, fueron primos hermanos.
Cfr.: Possadas, Francisco de. Vida del glorioso padre y patriarca Santo Domingo de Guzmán, fundador de la sagrada y esclarecida religión de predicadores. Madrid: Antonio Marín, 1748, pág. 2.
A su vez, hay que señalar que el primer gran Maestre de la Orden de Santiago, don Pedro Fernández (1117-) fue hijo de Fernán García el Mayor o de Fita (Hita, lugar del que fue señor, y donde nacerá luego el Maestre: “Yo Doña Urraca, Reyna de toda España, hija del Grande Emperador Aldefonso, con ánimo gratuito, y con expontanea voluntad, no perturbado el sentido, ni violentada por fuerza de otro alguno, doy a Vos, Primo, Don Ferrando, por otro nombre Ferrando García de Fita, y vuestra muger, Estefanía Ermengot, a Fita, y Uceda, por derecho hereditario, por el buen servicio que de vos he recibido...”), hijo del desheredado rey de Navarra don García (hijo a su vez de Sancho Garcés IV, el de Peñalén) y de doña Estefanía Armengol (Ermengot) de Urgel, nieta del ayo de doña Urraca, el conde Pedro Ansúrez, quienes durante algún tiempo guardaron las esperanzas de ser reconocidos reyes de Navarra. Este abuelo de la madre del Maestre, el tal Per Ansúrez fue, según declara Bethancourt, fue “Conde de Zamora, de Saldaña, Carrión, Melgar, Cuéllar y Monzón, señor de la ciudad de Valladolid, de los Estados de Cabrera y Ribera en Galicia y de parte de la tierra de Cisneros; Mayordomo Mayor del Emperador y Rey don Alfonso VI, Ayo de la Emperatriz y Reina doña Urraca, y uno de los más grandes señores, si no fue el mayor que tuvo Castilla en su tiempo”.
Cfr.: Bethencourt, F. Fernández de. Historia genealógica y heráldica de la monarquía española, Casa Real y Grandes de España. Vol. II. Madrid: Enrique Teodoro, 1900, pág. 62.
Recordemos, además, que éste fue un personaje destacado en el bando leonés de Alfonso VI en la batalla de Vulpeja, cerca de Carrión, en 1071, contra su hermano el rey castellano Sancho II, donde destacó como hombre fundamental el Cid, y que éste huiría con el rey Alfonso a Toledo, cuando Sancho le impuso que tomara hábito benedictino en el monasterio de Sahagún.
Cfr., Rubio García, Luis. Realidad y fantasía en el Poema de Mío Cid. Murcia: Univ. Murcia, 1972, pp. 135-136.
No es de extrañar pues, que un caballero emparentado con el reino de Navarra, con el reino de Aragón a través de su tío el conde de Urgel, con Castilla y León (ya hemos señalado el tratamiento de doña Urraca como “primo” a su padre), con la más alta nobleza de Castilla de la que formaba parte, su hermana fue amante de Alfonso VII el Emperador (llegando a tener una hija de él, Estefanía, que reconoció como infanta. Luego casada con Miguel Muñoz de Finojosa, generarán a un San Martín de Finojosa, obispo de Sigüenza y a Eva, madre del arzobispode Toledo Rodrigo Jiménez de Rada, entre otros.), etc., llegara a conseguir apoyos de todos los reyes y obispos para crear la Orden de Santiago.
Pariente del Maestre fue también Santo Domingo de Guzmán.
[13] Comendador de Oreja y XIII de la Orden, fue el 6º Gran Maestre de la Orden, entre 1206 y 1210.
[14] Gallego Blanco, E. The Rule of the Spanish Military Order of St. James (1170-1493). Latin and Spanish texts. Leiden: E. J. Brill, 1971, pág. 65, nota 2. La traducción es mía.
[15] López Agurleta, José. Vida del venerable fundador de la Orden de Santiago y de las primeras casas de redempción de cautivos. Madrid: Bernardo Peralta, 1731, pág. 153.
[16] Así lo indica Minguella y Arnedo, Toribio. Historia de la diócesis de Sigüenza y sus obispos. Vol. I. Madrid: Revista de Archivos, Bibliotecas y Museos, 1910, pág 129: “si los estudios comenzaron en Uclés lo más pronto a fines de 1177 y en enero de 1178 ya estaba D. Arderico consagrado de Obispo de Sigüenza...”
Sobre su existencia bien poco sabemos. Cfr.:
Álvarez Reyero, Antonio. Crónicas episcopales palentinas o datos y apuntes biográficos, necrológicos, bibliográficos e históricos de los señores obispos de Palencia. Palencia: Abundio Z. Menéndez, 1898, pp.84-87.
Diego Sánchez Portocarrero: Nuevo catálogo de los obispos de la santa iglesia de Sigüenza. Madrid: Diego Díaz de la Carrera, 1646, pp. 20-21.
Mafei. “Fra Cremona, Montpellier e Palencia nel secolo XII”, in Rivista Internazionale di Diritto Comune, I (1990) pp. 18-19.
[17] Se da esta fecha porque el 13 de enero de 1184 confirma una donación del Monasterio de Miércono, en Asturias, a la iglesia de Burgos, firmando como “Ardericus Episcopus Seguntinus et Palentinus electus”. Vielva Ramos. Matías (ed.) Alonso Fernández de Madrid. Silva palentina de cosas memorables. Tomo I. Palencia: El Diario Palentino-Diputacion, 1932, pág. 221.
[18] Fernández del Pulgar, Pedro. Historia secular y eclesiástica de la ciudadde Palencia. Tomo II, pág. 236, dice que lo era de Bribiesca, en Burgos.
[19] Cfr.: Iglesia Ferreirós. “Escuela, Estudio, maestros”, in Historia, Instituciones, Documentos, 25 (1998), pág. 316.
[20] Cfr. Rucquoi, Adeline. ”Las dos vidas de la Universidad de Palencia (c. 1180-c-1250)” in Rucquoi, Adeline. Rex, Sapientia, Nobilitas. Estudios sobre la Península Ibérica medieval. Granada: Editorial Universidad de Granada, 2006, p. 93.
[21] Cfr.: Rodríguez de la Peña, M. Alejandro. “Realeza sapiencial y mecenazgo cultural en los reinos de León y Castilla (1000-1200), in Stud. Hist., H Mediev., 33 (2015), pp. 69-96.
[22] Cfr.: Martínez Díez, Gonzalo. “Palencia, la primera universidad de España”, in Torremocha Hernández, Margarita (coord.). El Estudio General de Palencia. Historia de los ocho siglos de la Universidad española. Valladolid: Univ. De Valladolid, 2012, pág. 53.
En efecto, podríamos buscar un significado distinto de “escolano”. Así, el “Diccionario Crítico Etimológico Castellano e Hispánico”, de J. Corominas (Tomo II. Letras CE-F. Madrid: Gredos, 1984, pág. 715) nos indica que «en el Cid aparece cinco veces la voz “escuellas” [generado quizá por el sinónimo y parónimo sequela > sequella (séquito)] en el sentido de ‘séquito de un señor’ o ‘mesnadas que hacen la guerra con él’, y en el mismo sentido se halla ‘schola’ en varios documentos españoles en bajo latín, pertenecientes a los ss. X y XI. [... Indicando Menéndez Pidal, entre otros que llegará a significar “schola” la] ‘compañía, división o cuerpo del ejército’ para Vegecio, ‘guardia de Palacio’ para Procopio, y ‘corporación o compañía’ en el Código de Justiniano.».
De aquí surgirán las denominadas “scholae palatinae” medievales, agrupaciones de tipo religioso bajo un “Magister Officiorum”, derivando el término escolano hacia “discípulo”, “monaguillo” y “escolástico” a la “persona que detenta una dignidad eclesiástica, en virtud de la cual está al frente de las ‘escuelas’ eclesiásticas”.
Cfr.: Nortes Valls, Oliverio. “Estudio del léxico latino medieval en diplomas aragoneses anteriores a 1157. Términos referentes a la composición de la sociedad y a la vida rural”, in Archivo de Filología Aragonesa, XXIV-XXV (1979), pág. 165.
Pero no nos parece este el caso, sino el que ya vemos en Berceo, donde el término “escolano” tiene el sentido de “escolar” (discípulo), como así aparece también en la versión romance del Fuero de Teruel, bajo su artículo 444: "a testimoniar [bastan]": el maestro con un uezino o con su escolano, después que fuere de XII anuos, como es fuero”.
[23] J. López de Agurleta. Vida del Venerable fundador de la Orden de Santiago y de las primeras casas de redención de cautivos. Madrid: 1731.
[24] Apuntamiento legal sobre el dominio solar que por expressas y reales donaciones pertenece a la Orden de Santiago en todos sus pueblos. ¿Madrid: 1740?, fol. 14 anv. y fol. 31 rev.
[25] Jordán de Asso y del Río, I. et Manuel y Rordríguez, M. de. Instituciones del derecho civil de Castilla. Madrid: Imprenta de la Real Compañía, 1805, pp. XXXIII-XXXIV.
[26] Fuero de Estremera, AHN, Arch. De Uclés, caja 117, núm. 1.
[27] Fuero de Fuente el Sauco, AHN, Arch. De Uclés, caja 117, núm. 2.
[28] Amador de los Ríos, José. Historia crítica de la literatura española. Tomo II. Madrid: José Rodríguez, 1962, pág. 251, nota 2.


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Raúl Amores Pérez
Licenciado en Filología Hispánica por la
Universidad Autónoma de Madrid.


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lunes, 12 de junio de 2017




Savater: "Desde que murió mi mujer, si un terrorista me mata me hará un favor"

EN PRIMERA PERSONA


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Blog en Tarancón: Opinión y Cultura:

OPINIÓN EXTERNA

Magnífico Sabater en esta entrevista de Anna Grau, del Diario El Español. Al leerla puede entenderse por qué es tan importante la reflexión de los filósofos, y también, por qué se le dispara desde distintas trincheras.

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"No es verdad que haya que respetar todas las religiones, no cuando son incompatibles con la democracia" / "Todo el mundo sabía quién financiaba a ETA, aunque eso no se haya querido depurar" / "El separatismo catalán es la mayor corrupción de nuestro sistema".


ANNA GRAU @annagrauarias
EL ESPAÑOL - 10.06.2017 01:36 h.


Qué decir de Fernando Savater (San Sebastián, 1947). Que es filósofo. Que es un hombre bueno. Que es viudo profundo y radical. Que a pesar de todo la bonhomía y la alegría (ingredientes secretos de la poción mágica de la ética…) le han acompañado siempre. Que ya se van cumpliendo veinte años de su Ética para Amador, que Amador ya es un señor de cuarenta y pico, mayor en cierto modo que su padre, quien estaba en Londres cuando los últimos atentados. Mientras se pueda ir a hablar con gente como él, queda algo parecido a la esperanza. Incluso si él ya nada espera desde que…ay. 


Pues sí, el pasado fin de semana yo estaba donde estaba. Hace ya 43 años seguidos que voy con mi hermano al derby de Epsom, la famosa carrera de caballos que se celebra en Surrey a principios de junio. Yo es que me aficioné desde muy pequeño a las carreras de caballos, mi padre me llevaba al hipódromo desde los 4 años.
Fuimos allí, y es curioso, porque habíamos estado hablando, después de lo de Manchester, con cierto miedo. Yo leí hace muchos años, tantos que ni me acuerdo, una novela policíaca que trataba de un atentado del IRA contra la reina de Inglaterra precisamente en el derby. Vamos, que sin ser experto terrorista, se me ocurren bastantes maneras de hacer daño en un sitio como ese. Pero este año pensábamos, ya verás, nos lo van a mirar todo al salir y al entrar, además en Cardiff estaba la Champions el mismo día. Y, efectivamente, yo vi en Epsom más vigilancia pero, vaya, de aquel modo… Tampoco es que te desnudaran ni tal. Pero qué quiere que le diga. Mire, por ejemplo, se supone que allí no se puede entrar con comida, pero como ni a mi hermano Jose ni a mí nos gusta hacer cola, llevábamos cada uno un enorme bocadillo de Prêt-à-manger, y no nos dijo nadie nada. Teóricamente también te tienen que controlar si llevas objetos de metal, pues yo llevaba una petaca de whisky en el bolsillo y tampoco me dijeron nada.
No es verdad que haya que respetar todas las religiones, no cuando son incompatibles con la democracia
Pues eso, que yo no sé si la vigilancia era mucha o poca, pero desde luego en Epsom todo discurrió con absoluta normalidad, estaba la reina con un vestido amarillo radiante, desafiando todo tipo de gafes. Bueno, el caso es que ya en Londres, el día antes de volver a España, nos fuimos a cenar por nuestro barrio, Bloomsbury, regresamos al hotel, pusimos la televisión y en ese momento empezó todo. Sólo tres cuartos de hora antes habíamos pasado por el puente de Londres, por toda la zona esa, que es donde va la gente los sábados por la noche. Por ahí está el Globe, el célebre teatro shakespeariano, y los pequeños restaurantitos y sitios para comer que antes te encontrabas más bien en Covent Garden. Con el nuevo culto total a las tapas españolas…

Todo eso estaba allí, encima un sábado que hacía buen tiempo, pues figúrese. Que la cosa fue grave y más que lo pudo ser. Es verdad que Londres es ahora mismo muy mestiza, vas por la calle y ves toda clase de razas. Es una ciudad que contiene todas las promesas del futuro y también sus riesgos. Yo creo que es importante salvar ese tipo de ciudades. Si intentamos volver al pueblecito pequeño donde todo el mundo se conoce para no llevarnos sustos, mal.
¿Cómo dice usted, señorita? ¿Que sospecha que la policía inglesa no se entera de nada? Yo no sé, como soy un gran lector de novela policíaca, tengo mucho respeto por Sherlock Holmes y bastante menos por Scotland Yard. Pero, en la realidad, tampoco debe ser tan fácil. Sí creo que nos tenemos que dar cuenta de que la policía española es muy eficaz a nivel europeo. Debe ser de las más tenaces y eficaces, y la prueba es que desde la enorme desgracia del 11 de marzo de 2004, a partir de ese momento se aprendió la lección, de que no sólo había un terrorismo de ETA sino que también había otro, y a partir de ese momento la verdad es que la lucha antiterrorista ha sido muy eficaz en nuestro país.
Es importante salvar ciudades como Londres, con todas las promesas del futuro y todos sus riesgos… si hay que volver al pueblecito donde todo el mundo se conoce por miedo a que pase nada, vamos mal
Subraya usted que en España se consigue mucha más seguridad molestando mucho menos a la población con controles que a veces parecen más un aspaviento sobrevenido que otra cosa. Claro, está muy bien que cuando se produce un ataque aparezcan muchos policías, pero lo importante es lo que ocurre antes, antes de que el terrorista saque el cuchillo. Fíjese que en los últimos atentados lo que más se repite es, lo teníamos fichado, lo teníamos vigilado, oiga, pues muy vigilado no, desde el momento en que nos lo hemos encontrado con un coche bomba en medio de la calle.
Añade usted con retintín que el tercer incidente de aquella noche, el apuñalamiento en Vauxhall que les faltó tiempo, en medio del caos, para descartar que fuese un atentado terrorista, va y ocurre, nada menos, que en las narices del cuartel general del MI6, el servicio secreto exterior británico. ¿Casualidad tan requetecasual que en una novela policíaca no se sostendría?, insiste usted, elevando el retintín ya a la ene… Pues no sé qué decirle, por desgracia esto de atentar parece más fácil de lo que parece, más fácil de lo que debería, y en cambio, perseguirlo… Claro, te dicen algo así como: "Vamos a controlar los aeropuertos porque el metro, con tanta gente, es imposible…". Entonces, ¿no puede pasar un poco como lo del borracho que busca la llave que ha perdido debajo de la farola porque allí se ve mejor, no porque de verdad pueda estar allí?
A veces la vigilancia antiterrorista recuerda a la del borracho que busca la llave perdida bajo la farola porque se ve mejor, no porque de verdad crea que esté allí.
En cambio, en España parece que la cosa funciona, toquemos madera para que siga así. También es verdad que aquí hay unos núcleos de población musulmana que… ¿Cómo dice, señorita? ¿Pregunta si España se está convirtiendo más en un santuario que en un campo de operaciones para esta gente? Aquí hay muchas detenciones, se denuncian muchos casos, parece seriamente cortocircuitado el peligro. Luego se habla de si hay más o menos islamofobia. Pues no, mire, esto es como quejarse de que los ciclistas tengan cochefobia, que la tienen, y es muy lógico porque de los coches les viene el máximo peligro. Entonces lo que nos ocurre a todos es que esta amenaza sale de núcleos de población islámica que hay que controlar. Darse cuenta de esto no es ser islamófobo. Es darse cuenta de lo mismo que pasaba con el terrorismo vasco: no todos los vascos eran terroristas, pero todos esos terroristas eran vascos


Savater posa en el sillón de su casa, tras llegar de Londres. Moeh Atitar


Yo creo que esas cosas hay que afrontarlas tal como son. Hay muchos elementos en el islam que llaman a la violencia. Es verdad que en el cristianismo se han podido encontrar también muchos fermentos violentos. Pero en origen el cristianismo era la religión para salir de la religión. El enfrentamiento con los dioses romanos y paganos era porque esos dioses eran estatales y el cristianismo se enfrentó a los dioses estatales. Fue antiteocrático. Aunque luego haya dado todas las vueltas que... Pero es que el islamismo es teocrático por definición. Y la teocracia es incompatible con la democracia. Entonces hay que dejar claro a todo el mundo que se puede ser teocrático en lo simbólico pero hay que ser democrático en la práctica. Eso hay que enseñárselo a muchos musulmanes.
Darse cuenta de la amenaza islámica no es ser islamófobo. Antes tampoco todos los vascos eran terroristas, pero todos los terroristas eran vascos
No es verdad que haya que respetar todas las religiones. Hay que respetar la parte de las religiones compatible con una vida civil democrática. Si una religión predica la ablación de clítoris o la restricción de las libertades elementales o simplemente se opone a que sus fieles paguen los impuestos, pues eso no hay que respetarlo, no. Las religiones vienen todas de mundos predemocráticos. Entonces, muchos de sus preceptos sencillamente no tienen nada que ver con la democracia. En una casa planeada para estar iluminada con velas de pronto llega la electricidad. Las casas todavía iluminadas con velas son el mundo de la religión. Y la electricidad es el mundo de la democracia. Entonces, ¿queremos velas? Sí, siempre que no interfieran la posibilidad de utilizar la electricidad. Y si hay que elegir entre las dos cosas, elegimos la electricidad.
Ojo, que el primer Concordato lo firma en Europa Napoleón y no era para dar más prerrogativas a la Iglesia sino a Napoleón, al Estado. El cristianismo supo pasar de ser una religión totalmente antiEstado y antisistema, ¿una religión podemita, apunta usted? Pues sí, algo así, iban contra todo Estado y toda ley porque su plan era aguardar tranquilamente el Apocalipsis y el fin del mundo, pero de eso pasaron al equilibrio con las leyes. En el islam, en cambio, lo que se pretende directamente es que la sharia se imponga a cualquier otra ley.
Tanta gente tragándose los sapos bajo un alud de corrección política es lo que luego provoca que gane Trump
Me pregunta usted cómo se le da la vuelta a eso, y sobre todo, a qué velocidad, teniendo en cuenta la burrada de siglos, de sangre y de muertos que costó, desde los tiempos de San Pablo, convertir el cristianismo en una religión más o menos llevadera civilmente. Bueno, ahí está el tema. Nada que se intente imponer por la fuerza suele funcionar. Son como esas ideas luminosas de intentar democratizar un país que no ha visto jamás una urna bombardeándolo bien fuerte, a ver si así se les pasa la tiranía. Pues no, no se les va a pasar así. Haría falta, no sé, igual que hay unos médicos sin fronteras, una especie de demócratas sin fronteras que estuvieran dispuestos a ir, exponer, razonar.
También es verdad que esa tarea civilizadora resulta que la tenemos que hacer con la urgencia de tener encima a un señor con un cuchillo o con una bomba. Mire, a mí me impactó mucho el caso de aquel imán de Marbella que defendió desde el púlpito la conveniencia de que el marido zurre de vez en cuando a su mujer. Los jueces que vieron el caso se hicieron traer el Corán para ver si era verdad que el Corán prescribía eso...

“Hay que recuperar la filosofía para educar a la ciudadanía, así lo he defendido esta semana en el Congreso”
¿Y a mí qué me importa si el Corán lo prescribe o no, o si la Biblia recomienda apedrear a las adúlteras o perseguir a los homosexuales a tiros? Eso sencillamente no es aceptable. Y usted puede leer los libros religiosos que quiera mientras no le impidan cumplir las leyes que obligan a todo hijo de vecino. Pero todo esto no se suele decir con claridad. Y, por ejemplo, de eso sale un Donald Trump. Trump viene de ese alud de corrección política, y de tanta gente tragándose los sapos, hasta que de repente aparece un bárbaro diciendo disparates, y van y le votan en plan desahogo. Cosa que no pasaría si las cosas se hubieran dicho más a las claras desde el principio. Recuperar la claridad es importante, como lo es recuperar la filosofía como eje de la educación de la ciudadanía, lo he vuelto a defender esta semana en mi comparecencia ante la comisión de Educación del Congreso.
Pasando a un plano más personal, me pregunta cómo se transforma para mí el miedo al terrorismo de ETA en miedo al terrorismo yihadista. Qué lugar, en resumen, ocupa el miedo en mi vida. Yo he tenido miedo durante mucho tiempo por lo que le pudiera pasar a mi familia y a las personas que quería. En cuanto a mí, siempre he sido un poco más ¿irresponsable? No es que me creyera invulnerable, pero no me tomaba muy en serio que me pudiera pasar nada a mí.

“La izquierda ha descuidado la seguridad, cuando la inseguridad la sufren mucho más los pobres que los ricos”
En cambio, estaba asustadísimo porque a mi mujer la atacaron un par de veces por la calle; eso sí que me daba miedo. Ya a partir de que ella murió a mí no me importa nada. Ahora no tengo ningún miedo, al contrario, el que me matara, me haría un favor. Aunque comprendo el miedo de otra gente, por ejemplo, con hijos pequeños. ¿Que si no tengo yo un hijo? Sí, bueno, tengo un hijo de 42 años. Yo creo que la relación padre-hijo debería tener fecha de caducidad, como los yogures. Yo fui padre cuando mi hijo tenía 9 años, ahora, cuando lo veo, es un señor que me parece mayor que yo.
Pero sí, el miedo es importante, y es importante que la sociedad ofrezca seguridad. Eso también es algo que la izquierda ha descuidado, como si la seguridad fuera algo que sólo quieren los banqueros, cuando la seguridad la quiere la gente que vive en Orcasitas y en El Pozo del Tío Raimundo. Porque es precisamente ahí donde la gente no puede tener una casa normal ni unos ahorros porque está rodeada de ladrones y de asesinos. O de lo que sea que amenaza su seguridad. La inseguridad la padecen mucho más los pobres que los ricos. Y si no se ofrece seguridad se está llamando a la venida de un bruto tipo Trump, que tampoco es que vaya a ofrecer más seguridad que los demás, pero va a vociferar que se va a comer crudos a los ladrones en el metro, claro, cómo no va a capitalizar entonces el miedo y la frustración de la señora a la que han robado tres veces en el metro. Hay que evitar que la gente se ponga a soñar con el Rambo de turno.
Todo el mundo sabía quién financiaba el terrorismo de ETA, aunque eso no se haya querido depurar, y todo el mundo sabe quién financia ahora el terrorismo islámico
También hay que ver con claridad de dónde salen las cosas, por ejemplo, quién las financia. Ahora las monarquías árabes del Golfo le hacen el vacío a Qatar por financiar el terrorismo islámico... más de lo que financian ellas, que no es poco. En fin.
Es como el terrorismo etarra, que todos supimos durante muchos años que no vivía del aire, qué empresarios les daban dinero… ¿Que algunos lo harían menos por convicción que por miedo, porque se sentían amenazados si no lo hacían? Puede ser. Pero yo también podía tener miedo y sentirme amenazado cuando decía lo que decía enfrentándome a ETA y al nacionalismo, no sé por qué el miedo de los empresarios tiene que ser más sagrado que el del resto de los ciudadanos-
Todo el mundo sabía que esto lo pagaba alguien y que había mecanismos que nunca se han investigado, responsabilidades que nunca se han depurado de aquellos que, unos por miedo, otros por otra cosa, pero todos, todos ellos mantuvieron con su dinero a ETA. Y ahora por las mismas razones hay gente que está manteniendo al Estado Islámico, unos por miedo, otros por convicción.

“El separatismo catalán es la mayor corrupción de nuestro sistema político, y se ha dejado llegar demasiado lejos”
Me pregunta usted entonces si el final de ETA es como el final del franquismo, algo que para salir bien necesita de cierto manto de silencio, de cierto mejor no meneallo… Mire, aquí se han dicho muchas cosas, por ejemplo, que la única manera posible de acabar con ETA era una vía dialogada y que si se metía a Herri Batasuna en la cárcel iba a arder todo el País Vasco. Pues mire, se les metió en la cárcel y lo único que ardió fue ETA, que se acabó. Eso es así.
La aplicación de un pacto político contra el terrorismo en su día entre el PP y el PSOE, que surgió a raíz de las manifestaciones de los movimientos cívicos que montamos en Euskadi. Eso fue lo que acabó con ETA. Y la Guardia Civil. Y la aplicación de las leyes. Y se acabó. Y cuando ellos se dieron cuenta, empezaron a dar vueltas a cuantos muebles podían salvar del asunto, qué podían decir. De eso es de lo que hay que ir dándose cuenta de una vez: el terrorismo no es invencible en ninguna parte, si se actúa razonablemente contra él, se acaba. Pero si lo dejas que crezca y que crezca hasta que te haya comido toda la casa, es muy difícil.
Aquí en España se ha dejado llevar el separatismo catalán demasiado lejos. La corrupción peor que se ha vivido en este país es la del nacionalismo separatista. Esa es la corrupción por antonomasia al margen de lo que cada uno de sus miembros pueda robar a título personal. Es corrupción contra la democracia acompañada de corrupción de la pura y dura, de llevarse dinero. Por fin parece irse llegando a la convicción de que en Cataluña van a aplicarse y a cumplirse las leyes. Pero claro, es que lo de aquí parece lo de esos padres que sólo sacan el genio cuando la niña ya llega embarazada a casa o al hijo ya le han detenido por apuñalar a una vieja. Entonces intentan ponerse serios pero ya la cosa…

A UPyD nos perdió no pactar a tiempo con Ciudadanos y que había más gente que quería venganza, antes que reformas

¿Ya es irremediablemente tarde?, me pregunta usted. No. Yo quiero creer que no. ¿Quiero creer que no, pero en realidad pienso que sí?, hurga usted en mi herida. Es verdad que tengo mis dudas. Pero quiero creer que sí, que sí. Cuando Puigdemont pregunta, ¿pero de verdad va usted a aplicar la fuerza?, pues yo creo que nuestra pregunta debería ser, ¿va usted a cumplir la ley? Porque si no, se va a encontrar con una serie de medidas…y en último término, con la fuerza, claro. Como usted y yo si nos llevamos un salchichón de la tienda sin pagar.


Savater posa en la estancia de su casa madrileña dónde escribe. Moeh Atitar


Ahora me pregunta usted a mí, que estuve en el núcleo fundador de UPyD, qué me parece que el bipartidismo se haya acabado resquebrajando... de manera distinta, es verdad, a la por nosotros planeada. Es verdad que lo nuestro era artesanal, que inventamos el crowdfunding, sí, el sablazo desinteresado, como lo acaba de bautizar usted, porque no teníamos un duro. ¿Quién sacó lo del Canal de Isabel II antes que todos los demás? Nosotros, y el premio que tuvimos por descubrir esta y otras corrupciones, fue que no nos votara la gente, que prefirieran votar a otros que representaban esas corrupciones, a nosotros no nos mandaban dinero ni de Irán, ni de Venezuela ni de nadie.
Mire, yo creo que por desgracia hubo más gente que lo que quería no eran reformas sino venganza. Y entonces votaron a los que prometían venganza. Nosotros nunca prometimos cargarnos el sistema, sólo hacer que funcionara bien. Claro, luego sale un señor que dice que va a coger el cielo no sé si por las manos o por los pies y a la gente eso le gustó mucho más. ¿Que si estoy comparando a Pablo Iglesias con Donald Trump? Pues mire, en el corazón de alguno de nosotros, aunque no nos guste ninguno de los dos, pues sí.
Ahora entra usted al quite y me pregunta si se equivocó Rosa Díez al no querer nada con Albert Rivera cuando todavía había tiempo. Yo fui partidario desde el principio de la unión con Ciudadanos. Es verdad que Ciudadanos no era entonces lo que fue luego. Yo creo que hubo varios momentos en que habría estado bien hacer, no una fusión, pero sí por ejemplo una alianza para ir juntos a las elecciones europeas, etc. En un primer momento UPyD habría podido además poner condiciones para eso, luego ya no, claro, ya éramos unos mendigos que íbamos a pedir. Pero bueno, otros pensaron que no, y yo tampoco en política he acertado siempre.
Mientras yo hablo se ha quedado usted mirando la decoración de mi casa, que efectivamente parece una casa de muñecas, o de juegos. Y me pregunta enternecida si, aparte de yo mismo, vive algún niño aquí. Vivía, vivía una niña pero ya no, ya vivo yo solo. Esto era un paraíso de dos que se ha convertido en el infierno de uno… ¿Y qué es mejor o peor, me pregunta usted? ¿Conocer el paraíso y luego perderlo o no haberlo conocido nunca? Esa es una buena pregunta.
Dante dice que no hay nada peor que el recuerdo de los tiempos felices cuando uno está mal. Otros piensan otra cosa, que no hay mayor consuelo. Julian Barnes escribió ante la muerte de su mujer, que murió de lo mismo que la mía, que frente al amor hay dos dramas. Me refiero al verdadero amor, no a los fines de semana divertidos. Y esos dramas son: no haberlo conocido nunca o el haberlo conocido y saber que todos los grandes amores, cuando son verdaderos, acaban trágicamente. Porque al final siempre desaparece uno de los dos, salvo que tengan la suerte de ir los dos en el mismo avión cuando se caiga. Julian Barnes se quedaba con que es mejor haber conocido el verdadero amor. Y yo también lo creo. Porque además yo he perdido el objeto del amor, no el amor. Yo sigo enamorado.




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